CARACAS.- La economía venezolana sufrió en el primer semestre de este año una contracción de 7,1%, la más severa desde hace más de tres años según cifras difundidas este viernes por el Banco Central de Venezuela (BCV).
El informe del BCV indica que el debilitamiento de la economía se produjo a consecuencia del descenso de 12,1% que tuvo la producción del sector petrolero en la primera mitad del año, y la caída de 4,5% que sufrió el sector no petrolero.
El comportamiento más negativo lo mostró la economía durante el segundo trimestre de este año cuando se registró una contracción de 9,9% del PIB, respecto al mismo período del 2001. En el primer trimestre del 2002 la caída fue de 4,1% del PIB.
El Banco Central reconoció que la reducción de las exportaciones de crudos, como parte de los acuerdos que mantiene Venezuela con la OPEP para recortar la producción y lograr la recuperación de los precios del barril, incidieron de forma importante sobre la contracción del sector petrolero.
Venezuela redujo en enero pasado su producción de crudos en unos 173.000 barriles diarios y llevó su producción a 2,5 millones de barriles al día. El recorte de producción fue ratificado por la OPEP en sus reuniones de marzo y junio pasado.
Venezuela, que es uno de los cuatro principales productores de crudo del mundo, mantiene una alta dependencia del petróleo, el cual genera más del 30% de los recursos del gobierno y cerca de 70% de los ingresos del país por exportaciones.
El descenso de las exportaciones petroleras originó una considerable merma en los ingresos del gobierno que afectó la actividad del sector público que cayó 12,2% al cierre del segundo trimestre.
El enfriamiento de la economía también se evidenció con fuerza en el sector privado que se contrajo en el segundo trimestre de este año 8,5% luego de haber crecido el año pasado 5,1%.
Entre los sectores no petroleros que tuvieron las mayores contracciones en el primer semestre del 2002 están el de la construcción que cayó 20,7%, el manufacturero que descendió 7,6%, el del comercio que bajó 9%, y el de las instituciones financieras y seguros que se contrajo en 8,2%.
La paralización de la economía ha originado un acelerado crecimiento del desempleo que alcanzó en mayo pasado un índice de 15,3%, lo que representó un aumento de 2,2 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado.
La inflación en julio registró una tasa de 3,6%, mientras que el bolívar se devaluó en un 70% desde febrero.
La inflación acumulada en lo que va del año es de 16,9%, superando en 9,4 puntos porcentuales el registro del mismo período del 2001.
El deterioro de la condiciones de vida de los venezolanos generó en el segundo trimestre de este año una caída de 15,1% en la demanda interna y una disminución de 7,9% en la demanda externa.
Algunos analistas y bancas de inversión han señalado que los severos problemas financieros del gobierno, la incertidumbre generada luego del fallido golpe de estado de abril, y la fuerte pugna que mantiene el presidente Chávez con los principales sectores económicos han contribuido a deteriorar la economía venezolana.
El Gobierno ha estimado que el aparato productivo caerá este año 3,5% del PIB, mientras que algunos analistas prevén una contracción de 5%.