WASHINGTON.- El déficit comercial de Estados Unidos disminuyó en julio con respecto a junio, dijo el miércoles el gobierno, lo que generó perspectivas de un crecimiento económico mayor en el tercer trimestre.
Por otra parte, un informe mostró que la inflación en Estados Unidos se mantuvo bajo control en agosto, a pesar de un alza en los precios al consumidor.
El Departamento de Comercio dijo que el déficit comercial se redujo en julio a 34.550 millones de dólares, desde una cifra revisada de 36.750 millones de dólares en junio. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron, mientras que las importaciones disminuyeron.
Una brecha comercial menor implica un mayor impulso para el crecimiento económico.
La cifra de déficit comercial de julio estuvo bastante por debajo de los 37.050 millones de dólares que habían pronosticado los economistas de Wall Street.
Esto, sumado a la rectificación a la baja del déficit comercial de junio, hizo que los economistas comenzaran a revisar al alza sus proyecciones para el crecimiento de la mayor economía mundial en el tercer trimestre.
"Si recibimos otra cifra de déficit comercial como esta para agosto, hay posibilidades de que el Producto Interno Bruto del tercer trimestre esté bastante por encima de las previsiones actuales", dijo Ken Mayland, director general de ClearView Economics, una consultora del estado norteamericano de Ohio.
Una aceleración del crecimiento serviría para reducir los temores de una posible recesión de "doble caída", preocupación que surgió ante los débiles datos económicos de junio y julio.
Una recesión de doble caída tiene lugar cuando ocurre una contracción inicial, y luego una breve recuperación, seguida rápidamente de otra recesión.
Un crecimiento económico más fuerte facilitaría la tarea de la Reserva Federal de Estados Unidos y del gobierno del presidente George W. Bush, después de la recesión del año pasado, y la recuperación de inicios del 2002, que fue perdiendo impulso.
Hasta ahora, los funcionarios de la Fed han aconsejado paciencia, y mostraron poca voluntad de recortar nuevamente las tasas de interés de corto plazo, después de haberlas bajado en 11 ocasiones el año pasado para alentar a la economía.
Los funcionarios del Departamento del Tesoro han mantenido sus pronósticos de que la economía crecerá a un ritmo entre 3 por ciento y 3,5 por ciento para fin de año.
Igualmente, la bolsa pasó por alto los datos del miércoles, y en cambio, se concentró en el debilitamiento del panorama de las ganancias empresariales.
CRECIMIENTO CON ALTIBAJOS
La reanudación de un crecimiento más decente en el tercer trimestre, después del ritmo anémico de 1,1 por ciento anual del segundo trimestre, confirmaría el reciente patrón de crecimiento económico de altibajos que tuvo lugar desde inicios del 2002.
En el primer trimestre, el crecimiento fue de un ritmo anual de 5,0 por ciento.
Stephen Stanley, economista sénior de Greenwich Capital Markets, dijo que el crecimiento del tercer trimestre fácilmente podría ser de 4 por ciento o más.
"Podríamos ver una repetición del patrón de la primera mitad del año, de un trimestre fuerte (del PIB), seguido de un trimestre débil", dijo.
Los analistas recibieron bien el menor déficit comercial de julio, pero también advirtieron que podría ser un fenómeno temporal.
La reducción de las importaciones podría estar reflejando la reacción posterior a un aumento de las compras al resto del mundo registrado a inicios del año, cuando las empresas acumularon importaciones por el temor a una posible huelga de los trabajadores portuarios de la costa oeste de Estados Unidos.
ALZA DE PRECIOS
Por otra parte, la lectura del Departamento de Trabajo de la inflación minorista en agosto mostró que las presiones inflacionarias siguieron bajo control.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos subió 0,3 por ciento mensual en general, y también 0,3 por ciento sin contar a los precios de los alimentos y la energía, más volátiles.
Pese a que el alza en el IPC estuvo por encima de las predicciones de los analistas de Wall Street, de 0,2 por ciento, se debió a fuertes alzas en sólo algunas categorías.
Stanley, de Greenwich Capital, dijo que el alza del IPC de agosto "podría ser reconfortante" en el hecho de que podría aliviar las persistentes preocupaciones sobre una posible deflación, una caída generalizada de precios que pueden afectar gravemente a la actividad económica.