BUENOS AIRES.- El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, viajará en la noche del miércoles a Washington para tratar de acelerar las negociaciones con el FMI por una ayuda financiera que le permita seguir cumpliendo con el pago de deudas a organismos internacionales.
Sin embargo, el gobierno salió a contener las expectativas generadas por el anuncio del viaje, luego de que distintos analistas especularon que si Lavagna decidía ir a Estados Unidos era para anunciar el cierre del acuerdo.
"Viaja hoy (miércoles) a las 10 de la noche", dijo el portavoz del ministro quien advirtió que "las negociaciones avanzan con mucha dificultad".
"Si se produjera la firma tanto mejor, pero hoy no están dadas las condiciones para firmar", agregó.
Fuentes cercanas de la delegación argentina en Washington confirmaron a Reuters que las conversaciones enfrentan dificultades y que las partes tratan de "encontrar soluciones a la última propuesta que hizo el Fondo Monetario y a la última propuesta Argentina".
Guillermo Nielsen, el secretario de Finanzas de Argentina y actual cabeza de la delegación, negoció un borrador de una carta de intención entre las dos partes a principio de octubre. El gobierno argentino hizo una contraoferta que está siendo analizada durante la actual ronda de negociación.
Nielsen se reunió dos veces con Anne Krueger, la número dos del Fondo, según fuentes de la delegación.
Nielsen también se ha reunido "durante muchas horas" con Anoop Singh, el director a cargo del hemisfero occidental, y con John Thorton, el encargado del caso argentino en el Fondo.
El gobierno debe pagar en los próximos 14 meses unos 14.500 millones de dólares a los organismos internacionales, pero la estancada economía argentina enfrenta dificultades para generar los recursos necesarios para cumplir con esas deudas.
La administración del presidente Eduardo Duhalde busca convencer al Fondo Monetario Internacional que acepte refinanciar los vencimientos que debe cancelar el país, lo que al mismo tiempo le permitiría a Argentina renegociar otros pagos con el resto de los organismos multilaterales de crédito.
Desde enero, el Estado argentino no está cancelando sus obligaciones con los acreedores privados, pero hasta este mes se cuidó de seguir cumpliendo con las entidades multilaterales.
Sin embargo, el 15 de octubre incumplió un pago al Banco Mundial de unos 820 millones de dólares, y posee tiempo hasta el 9 de noviembre para cancelarlo. De no hacerlo en ese momento entraría en cesación de pagos con ese organismo.
Esa situación le cerraría al país la última fuente de fondos a la que puede acceder para reactivar la economía, en momentos en que se observan algunas señales de que la actividad está despertando de su sueño de más de cuatro años.
Al mismo tiempo, los riesgos de un incumplimiento de Argentina preocupa a los organismos, altamente expuestos en el país sudamericano.
"El viaje de Lavagna a Washington este miércoles es otra señal de que el acuerdo está en su etapa final y cerca de ser cerrado", dijo el banco de inversión UBS Warburg en un informe.
Entre los puntos conflictivos aún no consensuados se encuentra cómo desmantelar un estricto control que ejerce el Banco Central argentino en el mercado cambiario, que permitió mantener estable la moneda desde julio, y la exigencia del organismo de un mayor superávit fiscal para el 2003.
También el monto en que serán elevadas las tarifas de servicios públicos, que en enero fueron congeladas y convertidas a pesos desde dólares por decisión del presidente Duhalde, es otro de los puntos en conflicto.
Las empresas del sector, en su mayoría filiales locales de grupos europeos, están endeudadas en dólares pero poseen ingresos en pesos, lo que llevó a muchas de ellas a caer en incumplimiento.
"Han habido muchos puntos de discusión entre el gobierno y el FMI, por eso la demora en la firma del acuerdo. Sin embargo, mientras distintos puntos necesitan ser rediscutidos, incluyendo la subida en las tarifas de servicios públicos, un acuerdo podría ser anunciado tan pronto como este viernes", agregó el informe.