ASUNCION.- La temible sombra de una probable cesación de pagos de la deuda externa en el 2003, cayó sobre las debilitadas finanzas del Paraguay.
Mientras el Ministerio de Economía confirmó que la deuda externa hasta septiembre era de 2.210 millones de dólares, siendo el "Club de París" el mayor acreedor con el 55% de ese monto, el Banco Central urgió al Congreso la aprobación de un proyecto de ley financiera.
Voceros del ministerio explicaron que el Estado dejó pendiente de pago, por falta de fondos, un remanente de 17 millones de dólares de la cuota de intereses y capital de septiembre último.
A esa cifra deben sumarse los 14,5 millones de dólares de octubre y 29 millones de la misma moneda de noviembre.
Las arcas del Estado, literalmente, están vacías. Ni siquiera existen rubros para el pago a tiempo del salario de sus 191 mil funcionarios, incluyendo las fuerzas de seguridad.
En los corrillos del Congreso se comenta que Paraguay debería solicitar a sus acreedores una prórroga de tres meses en el 2003 para dejar de pagar su deuda externa, hasta tanto se realicen las elecciones presidenciales previstas para el 27 de abril próximo.
El veterano político Domingo Laíno, perteneciente al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el principal de la oposición, viene reclamando al gobierno la suspensión temporal del pago de los compromisos internacionales.
Sin embargo, Raúl Vera, presidente del Banco Central, comentó el martes en la Cámara de Diputados antes de reunirse con sus autoridades que "es muy prematuro hablar de una cesación de pagos porque se debe revisar el flujo de cajas y divisas".
"El 50% de la deuda externa del país está concentrada en tres grandes empresas estatales", dijo en alusión a la telefónica, sistema de agua potable y la proveedora de electricidad.
Vera puntualizó que la situación financiera del país podría comenzar a mejorar "cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos entregue el préstamo de contigencia por 200 millones de dólares, pero necesitamos que el Parlamento apruebe dos leyes de modificación tributaria".
"Uno de esos proyectos, el más importante, establece la creación de un fondo de garantías para depósitos bancarios. El otro proyecto crea nuevos impuestos y aumenta otros para mejorar la recaudación fiscal", expresó.
La Cámara de Diputados, por su lado, no tiene apuros en analizar los referidos proyectos por temor a que el dinero del FMI sea invertido en el pago de la campaña proselitista de los candidatos del gubernamental Partido Colorado para los comicios de abril de 2003.