SINGAPUR.- Las bolsas de Asia que operaron este martes registraron alzas débiles, mientras que el dólar seguía vulnerable ante la posibilidad de una guerra liderada por Estados Unidos contra Irak, y también por las últimas señales de que la recuperación económica mundial no es firme.
El dólar logró recuperarse desde un mínimo en tres meses y medio contra el yen, después de que un funcionario japonés advirtiera que su gobierno podría intervenir a pesar del feriado en los mercados cambiarios del país.
Los precios del petróleo se mantenían elevados pese a la caída de cuatro por ciento del lunes, cuando la OPEP indicó que estaba dispuesta a cubrir la falta del crudo de Venezuela, donde un paro de la oposición afectó a la industria petrolera, y la reducción de la oferta que implicaría una guerra contra Irak.
A las 05:37 horas GMT, el precio del oro retrocedía a unos 344,25/345,25 dólares la onza, desde el nivel de cierre previo de 347,2 dólares la onza, por tomas de ganancias.
Casi todos los mercados de Asia cerraron el martes en alza, en el último día de un año en el que muchos de ellos sufrieron fuertes caídas.
En Hong Kong, el índice referencial Hang Seng cerró con alza de 0,53 por ciento, a 9.321,29, en una jornada bursátil que sólo duró medio día. En el 2002, el índice acumuló un descenso del 18 por ciento.
La Bolsa de Singapur cerró con alza de 0,68 por ciento, a 1.341,07 puntos, también en una sesión de media rueda. En el 2002, este mercado tuvo una pérdida del 17,4 por ciento.
Los mercados de Japón, Corea del Sur, Tailandia, Indonesia y Filipinas estuvieron cerrados el martes por los feriados de fin de año.
Mientras, el dólar se negociaba a 118,5 yenes, y el euro cotizaba a 1,0481 por dólar, con lo que la moneda estadounidense seguía cerca de sus mínimos desde noviembre de 1999 frente a la moneda europea.
El precio del crudo NYMEX para entrega en febrero se negociaba a niveles de 31,4 dólares el barril.
Los informes del lunes que mostraron un fuerte retroceso de las ventas de viviendas en Estados Unidos en este mes, y cierta fragilidad en la expansión del sector manufacturero estadounidense, no contribuyeron para mejorar el humor de los inversores.
