SANTIAGO.- La caída del 3,1 por ciento en el consumo mundial de cobre en el 2001 se mantuvo en buena parte de 2002 y mantuvo a la baja el precio de este metal en el año que termina, afirmó hoy la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
El precio medio del cobre cerró este año en 70,647 centavos de dólar por libra, frente a los 71,566 centavos anotados el año anterior, precisó Cochilco en su análisis del mercado del cobre en 2002.
En el año que termina, el cobre se cotizó al precio medio más bajo de los últimos cinco años.
Para el 2003, Cochilco prevé un aumento del 2,6 por ciento en la producción de cobre, equivalente a unas 390 mil toneladas métricas, hasta un total de 15,067 millones de toneladas, y espera que el consumo se recupere el 3,7 por ciento, equivalente a 552 mil toneladas.
En cuanto al precio, el organismo apuesta por una horquilla de precios entre 74 y 78 centavos de dólar por libra, que si buen suponen una mejoría, aún se sitúan "lejos del precio de equilibrio de largo plazo", que es superior a los 80 centavos.
El cobre es el principal producto chileno de exportación, con una participación cercana al 40 por ciento del total, y cada centavo de dólar en el precio medio anual reporta al fisco ingresos por unos 40 millones de dólares y cerca de 70 millones en términos de balanza de pagos.
La tendencia a la disminución del consumo se mantuvo, según el análisis, hasta agosto pasado, cuando por primera vez se advirtió un signo de recuperación en esa variable.
Los últimos datos del Grupo Internacional de Estudios del Cobre (GIEC) constatan que entre enero y septiembre de 2002 aumentó el consumo de cobre el 1,6 por ciento en comparación con igual período de 2001.
No obstante, hubo un comportamiento dispar entre los principales consumidores: EE.UU. disminuyó su consumo el ocho por ciento en los primeros nueve meses del año; Japón lo hizo el 6,5 por ciento y Alemania el 4,4 por ciento.
Estas mermas fueron compensadas principalmente por un aumento del 20,4 por ciento por parte de China, que de este modo se consolidó como el principal consumidor mundial de cobre, por delante de EE.UU.
Según Cochilco, si se excluye a China del análisis, el consumo mundial habría caído en 2,7 por ciento entre enero y septiembre pasados.
A juicio del organismo, el cobre y otros metales no ferrosos han sido un reflejo de los mercados de materias primas, que con excepción del petróleo y el oro reflejan cautela y pesimismo sobre el futuro, que se evidencia en la salida de inversionistas de las bolsas de metales y la ausencia de consumidores de usos finales.
Las expectativas de consumidores e inversionistas han sido afectadas negativamente por la incertidumbre respecto de la recuperación de la economía de EE.UU., los alcances de un posible ataque contra Irak y las menores expectativas de crecimiento económico mundial.
A lo anterior hay que agregar la caída generalizada de los valores accionariales, agravada por los escándalos de información pública de grandes empresas estadounidenses.
El precio del cobre se mantuvo en el primer semestre por encima de los 70 centavos de dólar por libra, pero entre julio y noviembre cayó por debajo de ese rango, para recuperarse a los valores de principios de año a partir de mediados de noviembre.
El descenso del consumo estuvo acompañado por una acumulación de inventarios en las principales bolsas de metales, que a la fecha mantienen almacenados unos 1,3 millones de toneladas del metal.
