SANTIAGO.- El Banco Central (BC) revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento para el 2003, al estimar que la economía nacional no crecerá entre el 3,5 por ciento a 4,5 por ciento estimado inicialmente, sino sólo que lo hará entre 3 y 4 por ciento.
Así al menos se desprende del informe de Política Monetaria que fue dado a conocer oficialmente este miércoles por el presidente del Instituto Emisor, Carlos Massad, ante la Comisión de Hacienda del Senado, en Valparaíso.
El documento pronostica una inflación de 2,1 por ciento; un crecimiento del producto entre 3 y 4 por ciento, con la expansión de la demanda interna de 4,3 por ciento, junto a un aumento de los términos de intercambios de 2,3 por ciento y un déficit de la cuenta corriente de 1,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año.
De acuerdo a las estimaciones del Central, el año 2002 cerró con un crecimiento de 1,9 por ciento; una tasa de inflación de 2,8 por ciento; un déficit de cuenta corriente de 0,9 por ciento; un rango de demanda interna de 1,3 por ciento y una caída en los términos de intercambio de 0,7 por ciento.
Asimismo, destaca que para el 2003 se prevé un precio del petróleo de 25 dólares por barril y un valor promedio del cobre de 76 centavos de dólar la libra.
En cuanto a las proyecciones del 2004, se estiman por sobre el crecimiento potencial, es decir, de 3,5 a 4 por ciento.
El Banco Central advirtió, sin embargo, que hay riesgos relevantes tanto para la inflación como para el crecimiento.
De partida, el escenario de conflicto bélico en el Medio Oriente puede tener consecuencias muy variadas sobre el entorno internacional.
En la región, la nueva administración de Brasil, Luiz Inacio "Lula" Da Silva, enfrenta grandes desafíos para la estabilización macroeconómica, al tiempo que otros países de América Latina también pasan por momentos de inestabilidad que podrían agravarse, aunque sus consecuencias son menos relevantes que el caso de esa nación.
Por el lado de la economía interna, el principal foco de incertidumbre está en la dirección que tomará el reciente repunte del gasto en consumo.
Se estima que al menos una parte responde a los rezagos esperados a la política monetaria expansiva, sin embargo, si en el primer trimestre de este año se da una nueva desaceleración por un deterioro adicional de las explicativas de los hogares o por una reversión de las tendencias recientes en el mercado del trabajo, el dinamismo del gasto agregado en el 2003 será menor al considerado en el escenario base.
