SANTIAGO.- Chile y Bolivia reafirmaron su propósito de alcanzar pronto un tratado de libre comercio (TLC) y acordaron una nueva ronda de conversaciones en marzo, tras la primera reunión de trabajo celebrada en Santiago esta semana, indicó un comunicado de las delegaciones gubernamentales difundido este sábado.
La nueva conferencia en dos meses más se realizará en la ciudad boliviana de Tarija (sur), donde sectores de la población y el empresariado, en pugna con sectores nacionalistas, reivindican exportar la rica producción local de gas natural a través de un puerto chileno y no por uno de Perú.
Cada país se reserva el derecho a elegir la sede cuando le corresponda, dijo el Director de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y jefe del grupo negociador de Chile, Osvaldo Rosales, negando un simbolismo a la mesa en Tarija.
En la cita de Santiago, a puertas cerradas el jueves y el viernes, fueron revisados "de manera preliminar los proyectos de texto que conformarían el futuro TLC", dijo la nota final del encuentro.
Asimismo, las partes acordaron un programa de desgravación arancelaria del intercambio, con miras a profundizar al Acuerdo de Complementación Económica (ACE) suscrito en 1993.
Dentro de la tratativa sobre el ACE, "quedó pendiente la definición del tratamiento de un reducido número de productos considerados prioritarios y sensibles’’, precisó el comunicado.
Hasta marzo se mantendrán consultas permanentes sobre el punto.
El ACE revitalizó el comercio entre las dos naciones fronterizas, que no tienen relaciones diplomáticas. Pero la balanza se mantiene invariablemente desfavorable para Bolivia.
En 2001, Chile vendió a Bolivia mercaderías por 114,3 millones de dólares y sólo adquirió 25 millones de dólares (cinco a uno). Entre enero y septiembre de 2002, la proporción a favor de Chile en la compraventa se elevó, a 103 millones de dólares contra 16,8 millones de dólares (seis a uno), según la estadística oficial.