ESTRASBURGO, Francia.- El Parlamento Europeo (PE) dio hoy luz verde al Acuerdo de Asociación Política, Concertación Económica y Cooperación entre la Unión Europea (UE) y Chile, que afianzará las relaciones entre ambas partes.
Con un consenso casi total, el pleno de la Eurocámara dio su dictamen conforme al texto que las dos partes concluyeron en abril del año pasado, tras tres años y diez rondas de negociaciones.
Tanto el comisario europeo de Exteriores, Chris Patten, como varios eurodiputados de todos los grupos políticos subrayaron en un debate previo su deseo de que este acuerdo permita a la vez el desarrollo de zonas de Latinoamérica que pasan por momentos de crisis, como Argentina, Colombia o Venezuela.
"Se trata de un acuerdo con un actor muy constructivo en la esfera internacional, como es Chile, que defiende los mismos valores que la Unión Europea", resaltó el comisario.
El eurodiputado español José Ignacio Salafranca, del Partido Popular Europeo (PPE), consideró que se trata del "más innovador y ambicioso que la UE ha firmado nunca con un país no candidato a la adhesión".
El acuerdo, firmado el pasado 18 de noviembre, supone la apertura prácticamente total del comercio bilateral y establece un desarme arancelario que va mucho más allá de las obligaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En productos industriales, por ejemplo, a la entrada en vigor del Acuerdo quedarán liberalizadas prácticamente la totalidad de las importaciones procedentes de Chile y el resto tres años después.
Para los productos agrícolas el desmantelamiento arancelario alcanzará al 97 por ciento de ellos de forma progresiva desde la entrada en vigor del acuerdo y hasta el 1 de enero de 2012.
En el capítulo de servicios generales y servicios financieros, se establece el régimen de inversiones más abierto que Chile haya otorgado jamás a un país tercero.
El acuerdo también contempla protocolos especiales sobre empresas pesqueras y relativos a los vinos y otras bebidas alcohólicas, así como aspectos sanitarios y fitosanitarios, que fueron los que más problemas plantearon durante las negociaciones.
Además, establece un marco de diálogo político e incorpora una cláusula de respeto a los principios democráticos y los derechos humanos, además de disposiciones en materia de cooperación antiterrorista.
Contiene otros compromisos de cooperación para combatir la inmigración ilegal, el narcotráfico y el crimen organizado.
El texto ha sido ya ratificado por el parlamento chileno, lo que ha permitido adelantar al pasado día 1 la entrada en vigor de la parte del acuerdo que recoge básicamente las disposiciones comerciales.
Su aplicación total será efectiva cuando culmine el proceso de ratificación en cada uno de los quince parlamentos de los Estados miembros.
Aunque la UE ya es el principal socio de Chile, cuando se aplique por completo el Acuerdo, los Quince esperan consolidar su posición como primer proveedor de servicios para el país sudamericano.
También mejorarán su situación los exportadores chilenos, ya que tendrán acceso en las mejores condiciones al mayor mercado de consumo del mundo.
Según Salafranca, el Acuerdo "marca el camino" para hacer realidad "el ambicioso proyecto de crear una Asociación Estratégica Birregional entre la UE y América Latina", como propuso el propio Parlamento Europeo en noviembre de 2001 y como acordó la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de ambas partes en Madrid en mayo de 2002.