SANTIAGO.- Luego de finalizar un período de recuperación financiera y consolidación de sus operaciones, que comenzó el 2000, Colbún, controlada por la belga Tractebel y el grupo Matte, logró mejorar sustancialmente sus resultados el 2002, alcanzando utilidades por 46.658 millones de pesos, lo que se compara positivamente con las ganancias por 10.337 millones de pesos obtenidas el 2001.
Según indicó el gerente general de la compañía generadora de energía, Francisco Courbis, no obstante los resultados alcanzados el año pasado, el monto registrado aún no es el esperado, atendido el nivel de inversiones que ha realizado la empresa.
Puntualizó que "es posible esperar que los resultados futuros sean aún mejores, en consideración a la nueva estructura comercial y productiva de la compañía", sin perjuicio de los riesgos inherentes a un negocio cuyos precios son fijados por la autoridad y en que su desarrollo es muy dependiente de la estructura le defina.
En ese contexto, recordó que a partir del 2000, junto con una mejor situación hidrológica, lo que llenó los embalses el año recién pasado, se sumó la puesta en marcha de su central de ciclo combinado Nehuenco I y III y la próxima puesta en marcha de la central Nehuenco II, logrando con ello una óptima combinación de generación hidráulica y térmica.
De este modo, Colbún, que desde 1997 dejó de ser una empresa filial de Corfo, se encuentra posibilitada para responder eficientemente a los desafíos en materia eléctrica a nivel local, y ha logrado posicionarse como el segundo actor más relevante en el SIC (Sistema Interconectado Central).
El mejor desempeño mostrado por la compañía el año pasado es producto de un mayor resultado de explotación, que creció 34,85 por ciento, con 62.460 millones de pesos, lo que tiene su explicación en el incremento de 20 por ciento de las ventas, tanto a clientes regulados como no regulados.
Asimismo, influyó en el balance un menor resultado fuera de explotación, el que pasó de una pérdida de 35.569 millones a una baja de 14.347 millones de pesos. Respecto de los proyectos que la compañía está desarrollando, Francisco Courbis destacó la construcción de Nehuenco II, que consiste en una central de ciclo combinado con una capacidad de 384 MW y cuya inversión alcanza los US$ 200 millones.
La iniciativa considera dos etapas y consta de una turbina a gas de ciclo abierto GE 9FA con una capacidad de 253,5 MW, que entrará en funcionamiento este semestre, y de una turbina de vapor de 140,9 MW, que comenzará sus operaciones durante el 2004.
Con la puesta en marcha de esta iniciativa, Colbún completa los proyectos para equilibrar su matriz de generación y que le permiten enfrentar años secos, sin un riesgo financiero relevante, y al mismo tiempo aprovechar mejor los excedentes de energía que se producen en los años lluviosos en sus centrales hidroeléctricas.
En tanto, en enero pasado se pusieron en servicio las subestaciones y líneas de transmisión comprometidas con Codelco para suministrar electricidad a la mina El Teniente, lo que implicó una inversión de 30 millones de dólares.
No obstante que la empresa cuenta con permisos ambientales para desarrollar una nueva central hidroeléctrica en la Séptima Región (central Quilleco) y ha presentado el Estudio de Impacto Ambiental para una nueva central térmica en la Sexta Región (central Candelaria), la compañía ha señalado que la decisión de continuar adelante con estos proyectos dependerá de cómo se resuelvan algunosáde los aspectos más relevantes contenidos en la ley corta, como son el estrechamiento de la banda de los precios de nudo y la forma en que se determinan los peajes de transmisión.