BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Eduardo Duhalde, admitió hoy su preocupación por la turbulencia económica que puede traer la orden judicial de restituir en dólares un depósito pesificado, tema que se instaló de inmediato en los discursos de los candidatos a sucederlo el 25 de mayo.
"El gobierno tiene una preocupación: que este fallo (de la Corte Suprema para que fuera restituido en dólares un depósito pesificado) no alcance a los deudores", dijo el Mandatario en su programa semanal por Radio Nacional.
El fallo que desencadenó los temores del gobierno ordenó el miércoles al estatal Banco Nación devolver en su moneda original un depósito de 247 millones de dólares efectuado por la provincia de San Luis (centro).
El dictamen puede dar un punto de apoyo a 400 mil ahorristas que tienen aún poco más de 12 mil millones de pesos (3.800 millones de dólares) a plazo fijo atrapados en los bancos.
No obstante, el ministro de Economía Roberto Lavagna dijo el viernes que el Gobierno no va a tomar medidas a cuenta de las eventuales consecuencias de la decisión judicial, y sostuvo que la cuestión quedará para las autoridades que asumirán el 25 de mayo.
La diputada y candidata socialcristiana Elisa Carrió, que en 2002 lideró un intento de juicio político contra integrantes de la Corte, neutralizado por el oficialismo en el Congreso, sostuvo que Duhalde pagó con impunidad la postergación de más fallos de dolarización.
"Hace pagar a la sociedad las locuras, no sólo las locuras sino los negocios de la mayor estafa al pueblo, que se comienza a cometer en 2001 y termina con este fallo", dijo Carrió en el canal de cable PyE.
El problema se agudizaría si la dolarización se extiende a las deudas, posibilidad que comenzó a tomar cuerpo el viernes cuando un juez de primera instancia declaró inconstitucional la pesificación en un caso.
"Siempre está en ciernes el riesgo de que otros fallos, con los mismos argumentos, puedan avanzar sobre las deudas que la gente tenía no solamente en el sistema financiero sino entre particulares", añadió Duhalde.
Unos 800 mil deudores hipotecarios recibieron con inquietud esta noticia, pese a que un miembro de la Corte Suprema, Carlos Fayt, aconsejó confiar "en el buen sentido" del tribunal, según declaró públicamente.
El tema requirió una inmediata toma de posición del candidato oficialista Néstor Kirchner, el delfín de Duhalde entre los tres postulantes del gubernamental Partido Justicialista (PJ, peronista) para la votación del 27 de abril.
"Yo no voy a dolarizar la deuda de los deudores hipotecarios para que tenga una nueva angustia sobre las espaldas", prometió Kirchner.
La pesificación fue una bandera agitada por Duhalde en su gestión, al contrario de la que hace ondear su archienemigo Carlos Menem, ex presidente entre 1989 y 1999 y de nuevo candidato, que pregona la dolarización.
Menem fustiga al gobierno por "llevar a este país a un estado de ruina" y promete volver a la paridad fija entre el peso y la moneda estadounidense.
Un portavoz del ex mandatario, que gobernó entre 1989 y 1999, Jorge Raventos, elogió el fallo de la Corte Suprema porque dijo que "representa el primer punto para la reconstrucción de la seguridad jurídica, porque no se puede gobernar sin respeto a la propiedad privada y esto es algo que el gobierno de Duhalde ha soslayado".