WASHINGTON.— Si el dinero es poder, entonces Rosario Marin es muy poderosa. En realidad, no es su dinero, sino el de la nación.
Como tesorera de Estados Unidos, Marin, nacida en México, es quien está sentada en la gran pila de dinero. Es además quien supervisa a los acuñadores de dólares, en billetes y monedas: La Oficina de Grabado e Impresión y la Casa de Moneda de Estados Unidos.
Marin no conocida en todos lados pero su autógrafo, con el del Secretario del Tesoro, aparece en miles de millones de billetes en las carteras de los estadounidenses. La tesorera y el secretario del Tesoro son las únicas dos personas cuyas firmas aparecen en el papel moneda.
Para Marin, quien llegó a Estados Unidos a los 14 años, procedente de México y sin hablar inglés, ha sido una trayectoria asombrosa, de cambios inesperados. <
La tesorera 41.o de la nación y la primera nacida fuera de territorio estadounidense, hoy de 44 años de edad, es la mujer latinoamericana de mayor nivel en el gobierno del Presidente George W. Bush y pieza clave en los esfuerzos gubernamentales para llegar hasta los votantes hispanos, el bloque de más rápido crecimiento.
Su nombre ha sido sugerido para la contienda republicana por un escaño senatorial de California para el 2004.
Ella dijo en una entrevista reciente que su padre era trabajador en una fábrica, y que su madre ayudaba cosiendo para otros en su casa en México, que sólo tenía dos cuartos, antes de mudarse a California.
Marin asistía a la universidad por la noche y trabajaba en un banco en el día, esperando hacer una carrera en negocios.
Pero sus planes cambiaron con el nacimiento de su primer hijo, Eric, en 1985. El bebé sufría síndrome de Down. Marin dejó su maestría en administración de empresas, dejó su trabajo en el banco, y ella y su esposo Alex vendieron su casa.
Fue el momento decisivo en su vida, dijo.
Finalmente decidió ayudar a personas con discapacidades y a sus familias. Su carrera política comenzó cuando trabajó para el gobernador republicano de California Pete Wilson, en 1992, en el Departmento de Discapacidades.
El camino de Marin se cruzó por primera vez con el de George W. Bush cuando él era gobernador de Texas y ella era alcaldesa republicana de Huntington Park, California, ciudad predominantemente demócrata y de gran población hispana. Ella trabajó como voluntaria, sin sueldo, en la campaña presidencial de Bush.
Cuando él accedió a la Presidencia, Marin dijo que se sorprendió cuando le pidió que fuera tesorera.
Sintió que tendría un sitio privilegiado para educar a la gente sobre las finanzas personales, y así lo ha hecho. Se preocupa especialmente por los pobres, que pagan intereses excesivos por los préstamos, y ha logrado para ellos un sitio en el sistema bancario.
Mike Madrid, un consultor político de San Antonio, quiere que Marin sea candidata al Senado para el 2004.
"Tiene un reconocimiento extremadamente alto en la comunidad hispana y eso es algo natural... la gente saca su cartera y ve su nombre".