MILAN.- La guerra contra Irak podría afectar la ya estancada economía de América Latina, afirmó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias al inaugurar este lunes en Milán (norte de Italia) la 44° asamblea anual de la entidad.
"Las perspectivas inmediatas para la economía mundial y para la región son de grandes incertidumbres y cuestionamientos (...) y se hacen mayores ante la compleja situación que se vive en el Medio Oriente", admitió Iglesias ante los ministros y representantes de 46 países, entre ellos todos los de América Latina y el Caribe.
Iglesias, subrayó que si la situación "no se agudiza", la economía regional "podría crecer entre 1,5 y 2% este año y de mantenerse dicha tendencia ascendente, la tasa de crecimiento económico podría llegar a 4% en el 2004".
Para conservar el optimismo y reactivar la economía de todo el continente, Iglesias invitó a los responsables de las carteras de economía a "mantener una visión de largo plazo para enfrentar las actuales incertidumbres y cuestionamientos y redoblar esfuerzos para alcanzar niveles de crecimiento capaces de reducir la pobreza y aliviar las tensiones sociales".
Según el informe anual del BID, divulgado este mismo lunes, América Latina perdió al menos media década en los años noventa, tras haber permanecido estancada durante la "década perdida" de los años ochenta.
"El ingreso per cápita de los latinoamericanos es hoy menor que hace cinco años, el consumo está estancado y la inversión ha caído a su punto más bajo de los últimos 10 años", destaca el informe.
Para el ministro brasileño de Planificación económica, Guido Mantega, "el escenario externo fue sin duda perjudicial para América latina en el 2002".
"La guerra de Irak, más que un problema financiero, representa un problema político de graves proporciones que pone en jaque al multilateralismo que viene sosteniendo el entendimiento entre naciones desde la posguerra", afirmó el ministro.
El BID basa también sus proyecciones en que los precios del petróleo bajen de su nivel actual de 30 dólares a un promedio de 24 dólares por barril, condición que podría ser afectada por la guerra en Irak.
La situación económica y sus repercusiones sobre la pobreza en América Latina fueron analizadas en muchas de las intervenciones, entre ellas la del colombiano César Gaviria, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El porcentaje de personas que viven con un máximo de dos dólares de ingreso diario, que se había reducido de 48,3 a 42% en la década de los noventa, subió a 43% en el 2001 y se estima que llegó al 44% en el 2002, según datos del mismo BID.
La pobreza extrema (un dólar diario o menos), que había bajado de 22,6 a 17,8%, aumentó a 18,6% en el 2001, y pudo haber llegado al 20% en el 2002, según la entidad.
De los 523 millones de habitantes en América Latina y el Caribe, 214 millones viven en la pobreza, y de éstos 88 millones en pobreza extrema, renglón que aumentó en 6 millones el último año, apuntó la institución, citando indicadores de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de las Naciones Unidas.
Doce ministros de Economía y Hacienda del continente así como el ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, elegido presidente de la asamblea, asisten a la reunión.
Igualmente participan los presidentes de los bancos centrales de los países miembros así como banqueros privados y observadores.
El BID, creado en 1959, es actualmente el principal prestamista multilateral de América Latina y el Caribe y anunció a principios de mes un programa de mil millones de dólares en préstamos para revitalizar la economía de la región, tras la caída que tuvieron en el 2002, al alcanzar su nivel más bajo en doce años.