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Superintendente de Valores y Seguros entregó su renuncia

El vocero de Gobierno, Francisco Vidal, había dicho que la renuncia fue solicitada por el Gobierno, pero luego rectificó su declaración.

10 de Abril de 2003 | 19:14 | El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- El Superintendente de Valores y Seguros, Álvaro Clarke, renunció esta tarde al cargo que desempeñaba.

El funcionario dimitente era hasta hoy el máximo responsable de la Supervisión de los mercados financieros y de seguros de Chile.

Una vez hecha pública la decisión, el vocero de Gobierno, Francisco Vidal, sostuvo que la medida respondía a una evaluación hecha por los ministros de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, y de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, por "pérdida de confianza", pero luego rectificó tal declaración.

En el sector económico se atribuye su alejamiento a fuerte presión política contra Clarke.

Carta de renuncia

En su carta de renuncia, Clarke agradece al Presidente de la República por el respaldo entregado al desempeño de sus funciones y pasa luego a enumerar los motivos de su dimisión.

Afirma que su alejamiento se fundamenta "en que en el último tiempo la Superintendencia se ha visto cuestionada en su actuar fiscalizador producto de la filtración de información del computador del Banco Central y la sustracción de documentos de la Corporación de Fomento, Corfo".

"Debo recalcar -agrega- que estoy convencido que la institución que me ha tocado dirigir ha actuado con la debida diligencia y eficiencia, dentro del marco de la ley desde el primer día de conocidos estos hechos y, es mi deber respaldar el actuar de sus funcionarios, los que han dado muestras de eficacia y compromiso público al desbaratar y denunciar ante los tribunales y la opinión pública las operaciones encubiertas del grupo Inverlink".

Sostiene que "el concepto de resposabilidad política establecida por la mesa directiva del PDC (su partido) me lleva a dejar a la autoridad en libertad de acción respecto de mi cargo y no estoy dispuesto a que mi prestigio personal y sobre todo mi alta valoración por el servicio público quede en entredicho".

Concluye: "Estoy convencido de que la Superintendencia no sólo hizo lo correcto sino que además ha sido capaz de identificar las responsabilidades penales y civiles de estos lamentables hechos y, prueba de ello, es la devolución de la confianza a un mercado que necesita profundizarse y modernizarse en beneficio del país y sus ciudadanos".
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