NUEVA YORK.- El precio del crudo mantuvo hoy la tendencia alcista con que finalizó la pasada semana en Nueva York, mientras los operadores aguardan a la reunión de la OPEP de la próxima semana en la que esperan que se recorte la oferta.
El precio de los contratos para mayo del Petróleo Intermedio de Texas se incrementó en 0,32 dólares y quedó a 30,87 dólares por barril.
El mercado de Londres no tuvo hoy actividad por festivo.
Los contratos de gasolina para entrega en mayo se mantuvieron en 0,90 dólares por galón (3,78 litros), mientras que los de gasóleo de calefacción subieron alrededor de 3 centavos y quedaron a 0,80 dólares.
El petróleo de Texas no varió la tendencia con que terminó el jueves, último día de negociaciones, aunque el impulso alcista fue más moderado que el 4,6 por ciento que ganó en aquella ocasión.
No obstante, conservó un nivel por encima de los 30 dólares por barril, algo que no ocurría desde finales de marzo, cuando la ofensiva militar en Irak hacía temer una interrupción de los suministros desde el Golfo Pérsico.
El factor que domina ahora la corriente alcista es la posibilidad de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEP) decidan el jueves rebajar la producción, con el fin de evitar un colapso de precios a causa del exceso de oferta.
Algunos miembros destacados de la entidad, como Irán o Venezuela, ya han expresado su respaldo a un reajuste de la producción, aunque Arabia Saudí, principal socio y primer productor mundial de crudo, no ha dado pistas aún de cual será su postura al respecto.
Los expertos estiman que la producción de la OPEP supera en más de 1,5 millones de barriles la cuota de 24,5 millones de barriles diarios, vigente antes de la guerra contra Irak.
El debate en los mercados se centra ahora en si la organización decidirá hacer un llamamiento a los socios para que regresen a los niveles asignados, o si se aprobará una reducción formal de las cuotas vigentes.
La OPEP teme que un exceso de oferta provoque un fuerte descenso de los precios durante el segundo trimestre del año, en el que tradicionalmente se reduce la demanda.
A ello se une la perspectiva del regreso, en un plazo no lejano, del crudo iraquí a los mercados, aunque algunos analistas han señalado que es probable que no lleguen cantidades significativas desde el país árabe al menos hasta el mes de junio.