SANTIAGO.- El escenario de la economía internacional para los próximos años será de un "equilibrio de crecimiento bajo", pero no necesariamente de recesión, particularmente en Estados Unidos, mientras que Alemania, la economía europea más afectada por la apreciación permanente del euro y su menor crecimiento deberían compensarse con la expansión de los países asiáticos, con excepción de Japón.
Así lo señaló el gerente de estudios de BBVA, Guillermo Larraín, al analizar las proyecciones tanto para Chile como para las naciones industrializadas, en el esquema post guerra en Irak.
En el caso de Chile, precisó que las proyecciones de crecimiento para el 2004 muestran un mejoramiento respecto de las estimaciones de enero pasado, desde una tasa de 3,7% a un 4,4%, aunque para este año se mantiene el pronóstico de 2,8%.
A su juicio, las perspectivas para Chile han mejorado por cuanto existe un mejor diagnóstico sobre el consumo. Al respecto, indicó que el consumo "ha crecido más vigorosamente por la política monetaria expansiva y la normalización del mercado del trabajo".
En ese sentido, estimó que en un contexto en el cual el resto del mundo crecerá menos en el futuro cercano, el mayor dinamismo del consumo "sugiere que es posible tener al menos marginalmente una menor dependencia de los eventos externos".
Un segundo aspecto que apunta a mejores perspectivas, se refiere al escenario latinoamericano que evoluciona mejor de lo esperado, especialmente por el comportamiento de Brasil, mientras que en Argentina el sector externo está acelerando poco a poco la recuperación de la economía, lo que podría incentivar los flujos de capitales a la región.
Un tercer punto lo constituyen términos de intercambio "más benignos" y como la guerra ha sido corta y al menos por el momento sin consecuencias regionales, el petróleo se ha situado rápidamente en torno a 27 dólares por barril, al tiempo que el cobre se ha situado en 75 centavos de dólar promedio, lo que implica un mejoramiento de los términos de intercambio.
Según Larraín, "las mejorías afectan desde el segundo trimestre en adelante, pero su efecto sobre la economía comenzará a sentirse entre dos y tres trimestres después", por lo cual el mejor escenario para la economía chilena se apreciará en 2004.
Al respecto, proyectó una expansión del gasto interno por sobre el crecimiento del PIB, con lo cual se estima un incremento del déficit de cuenta corriente dentro de niveles favorables.
Por lo tanto, también indicó que debería producirse una aceleración tanto del consumo como de la inversión, que en el último caso obedece tanto a razones externas como domésticas. Sin embargo, dijo que la aceleración prevista en la demanda irá acompañada de una "marginal aceleración de la inflación",la que proyectó para este año en 3% y para el 2004 en 3,2%.