BUENOS AIRES.- Los 850 trabajadores de aerolínea argentina Lapa, que está al borde de la quiebra, pasarán en su totalidad a integrar la plantilla de una nueva compañía aérea que creará el Estado argentino, aseguraron hoy fuentes sindicales.
"Lapa no tendrá nada que ver con esta nueva empresa. No es que comprarán o subvencionarán a Lapa. La nueva empresa será de capital estatal, pero a corto plazo se abrirá a los capitales privados", dijo a EFE el presidente de la Asociación de Pilotos de Lapa (APLA), Daniel Amigo.
El dirigente y otros representantes sindicales de los gremios aeronáuticos se reunieron hoy con la ministro de Trabajo, Graciela Camaño, y el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, quienes informaron de que la nueva empresa será constituida la semana próxima mediante un decreto presidencial.
Según indicó Amigo a EFE, el accionista de la nueva aerolínea será la estatal Intercargo, que brinda servicios a las aerolíneas en 14 aeropuertos del país, mientras que los directores serán designados por el gobierno argentino y "los gerentes saldrán de la actual plantilla de Lapa".
"Los ministros nos adelantaron que la nueva empresa va a iniciarse con cinco aeronaves Boeing 727 alquilados", dijo el titular de APLA.
Amigo opinó que la creación de la futura compañía servirá "para regular el mercado, para que el monopolio de Aerolíneas Argentinas, que opera más de 90 por ciento de las rutas, pueda tener un competidor".
En tanto, en la Justicia argentina seguirá el proceso de concurso de acreedores iniciado en 2001 contra Lapa, de capitales argentinos y bolivianos.
Según fuentes gubernamentales, Lapa arrastra una deuda de 50 millones de pesos (17,8 millones de dólares) que se suma a los 70 millones de pesos (24,9 millones de dólares) incluidos en la convocatoria de acreedores.
La falta de recursos para comprar combustible hizo que la aerolínea cancelara sus vuelos hace dos semanas y dejara a cientos de pasajeros varados en el aeropuerto doméstico de Buenos Aires.
En los últimos meses, la compañía aérea se vio afectada, principalmente, por el encarecimiento del combustible, que entre marzo de 2002 e igual mes de este año aumentó su precio el 36 por ciento.
En agosto de 2002, el empresario argentino Eduardo Eurnekián vendió la aerolínea al consorcio Aeroandina, en el que son accionistas los argentinos Mario Folchi, Ricardo Arena y Amadeo Riva y el boliviano Humberto Rocca, presidente de la aerolínea boliviana Aerosur.
