WASHINGTON.- La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo hoy sin cambios los tipos de interés, que se encuentran en su nivel más bajo desde 1961, y reiteró que la reactivación económica del país sigue dominada por la incertidumbre.
Al término de su reunión, el Comité de Mercado Abierto del Banco Central estadounidense declaró que su política monetaria flexible sigue siendo la adecuada, y que los indicadores sugieren una economía débil.
El interés que los bancos se cobran entre sí por sus préstamos quedó en el 1,25%, y el tipo de descuento que la Reserva Federal cobra a los bancos por sus préstamos se mantuvo en el 2,25%.
En su comunicado, la Reserva Federal indicó que los datos recientes sobre producción y empleo, "si bien en su mayoría reflejan decisiones que se tomaron antes de la conclusión de las hostilidades, han resultado decepcionantes".
La caída de los precios internacionales del petróleo que siguió al final de los combates en Irak ha contribuido a "fortalecer la confianza de los consumidores y ha fortalecido los mercados de valores", según la Reserva Federal.
Estos factores deberían promover un mejor clima económico, aunque el banco central señaló que "es incierto" cuándo se producirá esa mejoría.
Desde comienzos de 2001, cuando la economía entró en una recesión que duró tres trimestres, la Reserva Federal ha aflojado en una docena de ocasiones su política monetaria para estimular el gasto de los consumidores, que representa el 70% del producto interior bruto de Estados Unidos.
Entre enero y abril la economía de este país perdió 525.000 empleos y se mantiene muy débil la inversión de los empresarios, que no se arriesgan a gastar en equipos o más empleados.
El Gobierno del Presidente George W. Bush, que ha incurrido nuevamente en déficit presupuestario después de tres años de superávit, promueve más reducciones de impuestos argumentando que ello creará puestos de trabajo y reactivará la economía.
La Reserva Federal, cuya preocupación prioritaria es contener el ritmo de inflación, señaló en su comunicado que ahora el riesgo está por el lado de "una caída sustancial e indeseada" de los precios.