BRUSELAS/GINEBRA.- La Unión Europea obtuvo el miércoles la luz verde para emprender sanciones comerciales contra Estados Unidos por hasta 4.040 millones de dólares en una larga disputa por los alivios tributarios que otorga Washington a algunas grandes empresas, dijeron funcionarios de comercio.
La decisión por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que aprobó una lista detallada de bienes que podrían ser alcanzados por las sanciones, eliminó el último obstáculo para que la UE imponga los aranceles punitivos que el organismo comercial con sede en Ginebra aprobó en agosto del año pasado.
Las sanciones representan la mayor suma en represalias aprobadas por el organismo comercial de la que se tenga registro.
La disputa de larga data por los alivios fiscales para las empresas estadounidenses forma parte de una serie de rencillas comerciales que han socavado las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Este conflicto resurge pocos días después de que ambas partes se comprometieran a trabajar en forma más estrecha para dar un nuevo empuje a las estancadas conversaciones comerciales globales.
Estados Unidos ha estado evaluando cómo hacer para poder cumplir con la decisión de la OMC según la cual es ilegal el sistema estadounidense de alivios fiscales conocido como Corporación de Ventas Extranjeras.
"Confiamos en que Estados Unidos revocará la Corporación de Ventas Extranjeras en el curso del año fiscal actual", dijo la portavoz de la Comisión Europea, Arancha González, en una conferencia de prensa.
El Comisario Europeo de Comercio, Pascal Lamy, dijo el miércoles que si él adopta sanciones contra Estados Unidos en la disputa por los alivios fiscales, buscaría que éstas entraran en vigor para enero del 2004.
"Vamos a revisar la situación en el otoño (boreal) y si no hay señales de que Estados Unidos esté cumpliendo con la decisión de la OMC, ni señales de que vaya a cumplir, entonces comenzaremos a adoptar procedimientos internos dentro de la Unión Europea para adoptar medidas de represalia (aranceles punitivos)". agregó Sanchez.
La Unión Europea ha dicho que no impondrá los aranceles punitivos siempre y cuando el gobierno y el Congreso de Estados Unidos hagan avances en la reforma a un sistema que, según la UE, otorga una ventaja comercial injusta a empresas como Boeing y Microsoft.
Lamy ha dicho también que la paciencia de la Unión Europea tiene un límite. Según las reglas europeas, cualquier medida para imponer los aranceles exigiría una propuesta de la Comisión y una autorización de los Estados miembros de la UE.
Amplia gama de productos
En los últimos meses, dos proyectos de ley han sido presentados al Congreso de Estados Unidos, y su objetivo es poner la ley de la Corporación de Ventas Extranjeras en línea con las reglas de la OMC.
González reiteró que la aprobación de la OMC de la lista de productos no significaba que la UE emprendería inmediatamente las sanciones, y que la Comisión estaba animada por el trabajo que se estaba realizando en Estados Unidos para revertir las reglas de la Corporación de Ventas Extranjeras.
"Confiamos también en que la solución que se encontrará en Estados Unidos será plenamente compatible y estará en línea con el panel de la OMC, que ya emitió su veredicto en cuanto a este tema", indicó González.
La lista aprobada por la OMC podría aplicarse a centenares de diferentes tipos de bienes, desde animales vivos hasta juguetes, joyería y partes de reactores nucleares.
Según las reglas de la OMC, la autorización por parte del Cuerpo de Solución de Disputas es automática; para bloquearla se necesitaría una decisión unánime de todos los 146 miembros de la OMC, incluyendo la Unión Europea.
La disputa por los alivios tributarios es una de varias rencillas entre los dos mayores bloques económicos del mundo y tanto la UE como Estados Unidos están ansiosos por evitar una escalada en las tensiones, particularmente justo cuando enfrentan dificultades las convesaciones clave de la OMC para liberalizar el comercio global.
Lamy y su contraparte estadounidense, Robert Zoellick, prometieron la semana pasada tratar de dar brío a las actuales conversaciones comerciales globales, la ronda de Doha, concentrándose en los puntos en los que están de acuerdo en lugar de las disputas.
Aparte del riesgo de que las sanciones puedan desatar una guerra comercial en momentos en que la economía global ya está débil, muchos economistas dicen que su uso podría ser contraproducente.
Las economías de Europa y Estados Unidos están tan interrelacionadas que Europa también sufriría por las sanciones, dijeron los economistas.
Las dos grandes potencias económicas también se han enfrentado en temas relacionados con los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y a un bloqueo europeo a los alimentos genéticamente modificados.