WASHINGTON.- El nuevo Gobierno que emerja en Argentina tras las elecciones del día 18 tendrá un mayor margen de maniobra gracias a la estabilización de la economía, afirmó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una rueda de prensa en Washington, el portavoz del Fondo, Thomas Dawson, reconoció que la estabilización económica de Argentina ha sido "más amplia de lo esperado".
Dawson declaró que el buen comportamiento de la economía argentina en los últimos meses representa "una buena noticia", aunque indicó que "aún quedan asuntos por resolver" a medio plazo.
Esta estabilización "dará al nuevo Gobierno un mayor margen de maniobra", consideró el portavoz, quien reiteró la voluntad del FMI de "colaborar con el Ejecutivo resultante de las elecciones" presidenciales, a las que concurren el ex Presidente Carlos Menem y el gobernador de la provincia de Santa Cruz, Néstor Kichner.
La "número dos" del Fondo, Anne Krueger, había indicado en declaraciones a un diario parisino que, "para sorpresa de todos, incluida la mía, la economía argentina está creciendo".
Una misión del Fondo, encabezada por su nuevo residente jefe permanente en Buenos Aires, John Dodsworth, se encuentra en Argentina para proceder a la segunda revisión de la marcha de la economía del país, dentro del programa suscrito el pasado enero para el aplazamiento del pago de la deuda.
El FMI ha acordado con el Gobierno saliente una relajación de ese programa, en una señal de la creciente confianza de la institución multilateral de crédito en el comportamiento económico del país.
El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, confirmó el pasado martes que la misión del Fondo había acordado aumentar sus cálculos de crecimiento del país del 1 al 4 por ciento este año.
El Fondo también accedió a rebajar sus previsiones de inflación del 35 por ciento a menos del 20 por ciento y dio su consentimiento para una nueva emisión de moneda del Banco Central argentino, que se calcula que rondará en torno a los 3.000 millones de pesos.
Según indicaron hoy fuentes gubernamentales argentinas, Lavagna -quien permanecerá al frente del ministerio de Economía si Kirchner se impone en los comicios presidenciales- proyecta negociar con el FMI un acuerdo de tres años, que incluiría la reprogramación de deudas por más de 12.000 millones de dólares.
Lavagna es partidario de un pacto que no incluya nuevos créditos, pero sí la renovación de todos los vencimientos de deuda con los organismos hasta 2006.
Un acuerdo de tres años cubriría casi todo el mandato de la nueva administración, que terminará su legislatura en diciembre de 2007, aunque en el organismo financiero internacional se inclinaría por un acuerdo más corto, de un año y medio.