SANTIAGO.- Durante la primera quincena de mayo aumentaron considerablemente las solicitudes por créditos de consumo y vivienda debido a la sustitución de otras fuentes de financiamiento para los consumidores (crédito del comercio) o al refinanciamiento de préstamos anteriores.
Así se desprendió de la segunda encuesta que realizó el Banco Central sobre las condiciones del mercado de crédito a todas las entidades bancarias sobre desarrollos observados en dicho mercado durante el primer trimestre febrero-abril.
Del mismo modo, el estudio reveló que las condiciones de oferta de crédito bancario se mantuvieron relativamente estables, mientras que la demanda continuó fortaleciéndose, en particular, la de los créditos otorgados a las personas debido a tasas de intereses más favorables, lo que se habría traducido a una sustitución de fuentes de financiamiento y refinanciamiento de créditos ya existentes.
Las condiciones para el otorgamiento de créditos comerciales mostraron un grado algo mayor de restricción. Algunos encuestados indicaron que el premio cobrado a los clientes de mayor riesgo, dentro de esta cartera de préstamos experimentó un alza debido a una percepción de mayor riesgo de crédito de este tipo de clientes.
Por otra parte, las solicitudes de crédito de grandes empresas no presentaron cambios respecto del período anterior, revirtiendo, de esta forma, la tendencia de debilitamiento que se observó en el trimestre noviembre-enero. Esta situación se atribuye fundamentalmente a la sustitución de fuentes de financiamiento.
En relación con la demanda de préstamos inmobiliarios, los encuestados señalaron que continuó creciendo por un mayor dinamismo del sector.
Los antecedentes mencionados indican que la tendencia a la disminución que se había observado en las colocaciones comerciales hacia fines del año pasado se habría atenuado en los últimos meses.
Créditos de consumo y vivienda
En el caso de los créditos de consumo, los resultados muestran que las condiciones para aprobar este tipo de préstamos se mantuvieron relativamente estables, mientras que en el caso de los créditos para la vivienda, éstas se hicieron menos restrictivas.
Esto último se ve reflejado en una reducción de los "puntajes" requeridos para aprobar las solicitudes de crédito, lo que se explica por una menor percepción de riesgo crediticio de este segmento y una mayor agresividad en la competencia.
