WASHINGTON.- La Cámara de Comercio de EE.UU. y una coalición de empresarios instaron hoy al Congreso a que ratifique los tratados de libre comercio suscritos con Chile y Singapur, la primera prueba de la ley comercial promulgada en agosto de 2002. Durante una audiencia ante un subcomité legislativo, representantes del sector empresarial y del Gobierno destacaron hoy los beneficios de estos convenios, al considerar que contribuirán al crecimiento económico en Estados Unidos.
Chile se convirtió el viernes en el sexto país del mundo y el primero de Sudamérica en suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU, luego de 13 años de intensas negociaciones.
Estados Unidos firmó el 6 de mayo uno similar con Singapur y, debido a las tensiones con Chile surgidas por la guerra en Irak, los expertos temían una mayor demora en la firma del convenio comercial con el país sudamericano.
Ambos tratados son la primera prueba de la ley comercial aprobada por estrecho margen el año pasado, que requiere que el Congreso ratifique los convenios comerciales sin hacerles modificaciones.
Al anunciar la audiencia, el presidente del subcomité de Comercio de la Cámara baja, el republicano Philip Crane, dijo que los tratados analizados hoy demuestren el poder de la ley comercial, antes conocida como la ’’vía rápida’’, para ’’conceder oportunidades a las empresas, agricultores y trabajadores estadounidenses’’.
’’Estos acuerdos eliminarán las barreras comerciales, protegerán a los inversionistas y resguardarán la competitividad de las compañías estadounidenses en el mercado global’’, dijo Leon Trammell, principal ejecutivo de Tramco, una empresa manufacturera de Kansas.
El 60 por ciento de las ventas de Tramco procede de sus exportaciones, y el directivo aseguró que en los tratados de libre comercio todas las partes salen ganando.
Trammell dijo que, ante la ralentización de la economía mundial, estos acuerdos son un ’’tónico vigorizante’’ para los empresarios, trabajadores y consumidores en Estados Unidos.
Citó ejemplos de los beneficios en al menos seis áreas, entre ellas la eliminación de aranceles, una mayor apertura de los mercados a los productos y servicios, un mayor flujo del comercio electrónico y protecciones laborales y de los derechos de la propiedad intelectual.
Mientras, la Coalición de Comercio de Alta Tecnología realiza una campaña de presión a favor de los acuerdos comerciales, principalmente mediante reuniones con decenas de legisladores demócratas moderados.
Esta coalición, al igual que otros grupos empresariales, quieren disipar temores entre algunos legisladores, sobre todo demócratas, de que los acuerdos perjudicarán a los trabajadores de EEUU.
Esa ha sido una crítica constante de los sindicatos en este país y que hoy repitió en la audiencia una economista de la federación sindical AFL-CIO.
El Comité de Finanzas del Senado tiene prevista una audiencia similar la próxima semana. EFE