BUENOS AIRES.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, arribó este mediodía a Buenos Aires en una visita oficial para conocer la situación económica y social argentina y analizar las posibilidades de negociar un nuevo programa de asistencia.
Koehler permanecerá menos de 48 horas en el país, durante las cuales mantendrá varias reuniones con el Presidente, Néstor Kirchner, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, entre otros.
El jefe del FMI llegó al aeroparque de Buenos Aires, luego de su paso por Uruguay, en medio de un estricto operativo de seguridad y acompañado por el director del Departamento Hemisferio Occidental, Anoop Singh; su subdirector y futuro representante en Argentina, John Dodsworth, y el director de Relaciones Externas, Thomas Dawson.
Su primera actividad en la capital argentina será un almuerzo con Lavagna en el Palacio de Hacienda, a donde también marcharán organizaciones de "piqueteros" desocupados para repudiar su presencia en el país.
Según denunció la agrupación "piquetera" Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón en un comunicado, Koehler es "un extorsionador profesional al servicio de las mafias financieras internacionales" que llega para "poner condiciones a las políticas económicas y para recordarnos a todos que, más allá de las ilusiones de los ilusos, el verdadero poder en la Argentina no ha cambiado de manos".
El acuerdo provisorio vigente con el FMI vence a fines de agosto y el presidente argentino, Néstor Kirchner, aspira a negociar un nuevo programa de mediano a largo plazo que permita refinanciar los vencimientos de deuda que deberá enfrentar su gobierno entre septiembre y fin de año, que ascienden a unos 10.800 millones de dólares y equivalen al total de las reservas internacionales argentinas.
Aunque Koehler negó en una reciente entrevista que en esta visita se negocien las condiciones de un nuevo acuerdo de asistencia financiera, el gobierno argentino le pedirá tiempo para poder cumplir con los pagos que adeuda y llevar adelante las reformas estructurales que reclama la entidad multilateral.
Según señalaron altas fuentes oficiales, la propuesta central del gobierno se basará en que la única garantía que existe de que Argentina cumplirá con los pagos de la deuda externa es que la economía acelere su crecimiento.