BUENOS AIRES.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, dijo el martes que la entidad está dispuesta a discutir un programa a "tres años", de mediano plazo, con Argentina, a la que instó a renegociar con los acreedores privados la deuda pública en mora.
"Discutiremos un programa de mediano plazo con el gobierno del presidente Néstor Kirchner", dijo en una conferencia de prensa en la sede de la cartera económica, acompañado por el ministro Roberto Lavagna.
Koehler se declaró satisfecho de sus conversaciones con el presidente Néstor Kirchner e instó a la nación a iniciar negociaciones con los acreedores sobre la deuda pública, que se eleva a unos 137.000 millones de dólares, de los cuales unos 76.000 millones son bonos en cese de pagos.
"Tengo una mejor comprensión de la situación en Argentina", tras las reuniones con empresarios, legisladores y sectores sociales, dijo Koehler, quien sostuvo que la economía doméstica se ha recuperado más rápido de lo que esperaba el organismo.
El jefe del FMI respondió ante una pregunta que el programa será "a tres años", término al que denominó "de mediano plazo", luego de desechar entendimientos de corto y largo plazo.
Lavagna dijo que se busca un acuerdo de "largo plazo", pero la presunta discrepancia fue una mera cuestión semántica, al reafirmar que la intención común es que el programa "dure tres años".
Argentina tiene una deuda global, actualizada a diciembre de 2002, de unos 137.000 millones de dólares, de los cuales alrededor de 76.000 millones son bonos en cese de pagos, según nuevas cifras preliminares publicadas por la cartera económica en su sitio oficial en Internet.
Pero a la vez el empobrecido país sudamericano debe afrontar entre septiembre y diciembre de este año vencimientos por más de 6.000 millones de dólares y no está en condiciones de pagar, salvo que logre una nueva refinanciación.
"Tuve muy buenas conversaciones con el presidente (Kirchner)", dijo Koehler, quien durante dos días mantuvo una intensa agenda de encuentros, en uno de los cuales, con empresarios, escuchó la demanda de apoyar la recuperación del país, sin que se frene la reactivación iniciada en 2002, tras el colapso de finales de 2001.