NUEVA YORK.- Los gobiernos de la mayoría de los estados que componen Estados Unidos finalizan su año fiscal con expectativas bastante desoladoras, ya que de los 46 que cerraron sus partidas contables, 36 lo hicieron con el peor déficit presupuestuario en más de medio siglo.
A modo de ejemplo California, el estado más poblado del país y que genera el 13 por ciento del Producto Interior Bruto, tiene un déficit de 38.000 millones de dólares, una cifra superior al presupuesto anual de los demás estados del país excepto Nueva York.
Y hasta ayer por la tarde los legisladores no habían llegado a un acuerdo de presupuesto. En la mayoría de los estados, la dramática reducción de ingresos se debe a la desaceleración que está viviendo el país desde hace ya tres años, además de la ampliación de programas públicos durante la bonanza económica que vivió EE.UU. en la década de los 90 y la transferencia de programas de gastos federales a los gobiernos estatales.
Entretanto, mientras los ingresos se han caído de forma acelerada, los gastos se han multiplicado desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. En casi todos los estados del país, está prohibido que los gobiernos estatales encaren déficit, por lo que los dirigentes están confrontados a dos tipos de decisiones, ambas extremadamente impopulares: reducir los gastos o incrementar los impuestos.
Para este año, los déficit estatales suman unos 55.000 millones de dólares en 36 estados y el próximo llegarán a los 80.000 millones de dólares en 45 estados.
Mientras tanto, las perspectivas en el gobierno federal tampoco lucen muy halagüeñas, ya que se calcula que este año alcance un déficit de casi 400.000 millones de dólares.
Por lo tanto, el Presidente George W. Bush no está en muchas condiciones de ayudar a las maltrechas economías de los estados, más aún cuando sigue impulsando mayores rebajas de impuestos que van a ensanchar aún más el déficit.
