WASHINGTON.- El índice de precios al consumo (IPC) de EE.UU. subió un 0,2 por ciento en junio pero, si se excluyen los precios de alimentos y energía que son los más volátiles, la inflación se mantuvo sin cambios, informó hoy el Gobierno.
Entre junio de 2002 y junio pasado el IPC subió un 2,1 por ciento, mientras que el núcleo del índice -que excluye alimentos y combustibles- subió un 1,5 por ciento, según el Departamento de Trabajo.
Ese aumento interanual del IPC fue igual al registrado en abril y el más bajo desde 1966.
El de junio fue el primer incremento del IPC en tres meses: en mayo el IPC no tuvo cambios y en abril había bajado un 0,3 por ciento.
Desde abril la Reserva Federal, el Banco Central de EE.UU., ha expresado su preocupación porque la economía esté cerca de una deflación, es decir, una caída general de los precios.
En los primeros seis meses de este año los precios aumentaron a una tasa anual del 2,2 por ciento, pero el núcleo del IPC se incrementó sólo un 0,9 por ciento.
El lento crecimiento de la economía ha llevado la tasa de desempleo a su nivel más alto en nueve años, el 6,4 por ciento, y la cifra de personas que reciben subsidio es la mayor en 20 años.
Las fábricas han estado operando a menos de tres cuartos de su capacidad productiva y los síntomas de una economía lenta sugieren que las empresas han mantenido o bajado sus precios para alentar a los consumidores.
En un testimonio ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo ese martes que ahora la amenaza de una deflación parece "remota" pero añadió que el banco central se mantiene alerta para "impedir que la inflación caiga demasiado bajo".