WASHINGTON.- La Cámara de Representantes aprobó hoy el tratado de libre comercio (TLC) entre Estados Unidos y Chile estableciendo la base para la aceptación de los próximos acuerdos con Centroamérica y el resto del continente que están en negociación.
La votación, de 270-156 y 9 abstenciones, se produjo inmediatamente después de la aprobación de un tratado similar con Singapur, que pasó por 272-155, y puso a Chile a un paso de convertirse en el primer socio sudamericano de Estados Unidos en la aventura del libre comercio.
El tratado, firmado en junio, será todavía debatido y aprobado por el Senado posiblemente la próxima semana, última antes de entrar en receso por todo agosto. La cámara baja prácticamente inició el receso luego de aprobar el tratado con Chile y minutos más tarde un acuerdo similar con Singapur.
"De todo lo que trata este acuerdo es la expansión de la libertad y el comercio", dijo David Dreier, representante republicano de California, en lo que fue una constante de casi todos los miembros de su partido que hablaron a favor en el debate de casi dos horas y media.
"Este es un tratado que significará un retroceso" para los patrones laborales, ambientales y de derechos intelectuales en Estados Unidos, dijo a su vez Sheila Jackson-Lee, demócrata de Texas, en la expresión genérica de la parte que se opuso.
Estados Unidos tiene previsto terminar un tratado de libre comercio con Centroamérica en diciembre y otro continental, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en enero del 2005, que formará el mercado más grande del mundo de su tipo.
William C. Lane, de la corporación Caterpillar, había anticipado que la aprobación cameral era "absolutamente necesaria" para abrir paso a otros acuerdos comerciales, incluidos aquellos fuera del continente que Estados Unidos estaba en proceso de negociar.
El gobierno del Presidente George W. Bush ha presentado el tratado con Chile ante el Congreso como el modelo a seguir para facilitar ambos procesos.
"Este es un acuerdo de nivel mundial", dijo el representante William Thomas, republicano de California.
EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
El tratado es el segundo que Estados Unidos está buscando consolidar con un país latinoamericano. En 1992 lo hizo con México, en una alianza que también incluyó a Canadá.
Al entrar en vigencia, liberalizará automáticamente más del 85% de las tarifas aduaneras de ambos países, en un proceso que terminará con arancel cero en 12 años. El volumen comercial en ambas vías ha sido de 8.800 millones de dólares en el 2001.
Con una negociación que en su parte final terminó al amparo de la ley de promoción comercial o "fast track" que el Congreso concedió el año pasado a Bush, por primera vez en ocho años, el tratado con Chile ha requerido sin embargo de 11 años para su maduración.
Ninguna de las dos cámaras tiene potestad para modificar el texto, según los mandatos del fast track.