BRASILIA.- El Presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quiere viajar a Buenos Aires en septiembre próximo para conversar con su colega argentino, Néstor Kirchner, sobre mecanismos para fortalecer el Mercosur, dijo hoy el embajador argentino en Brasilia, Juan Pablo Lohlé.
"La fecha exacta aún no fue definida pero la estamos negociando para que sea a finales de septiembre", afirmó el diplomático.
Según el embajador, el principal objetivo de la visita oficial de Lula a Buenos Aires será impulsar el Mercado Común del Sur (Mercosur), la unión aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y de la que Bolivia y Chile son asociados.
Lohlé, que ayer, martes, presentó sus credenciales diplomáticas ante Lula, dijo que, durante los veinte minutos del encuentro, el gobernante le expresó su interés por "fortalecer y agilizar" el Mercosur.
"Lula considera que el proceso de fortalecimiento del Mercosur tiene que ser más rápido", indicó.
Según el diplomático, el mandatario brasileño quiere que "entre reunión y reunión (de los negociadores del Mercosur) vayan surgiendo resultados concretos que puedan ser implementados lo más rápido posible".
Agregó que el presidente brasileño considera "fundamental" que los países que integran el bloque adopten lo antes posible las normas ya acordadas por sus respectivos gobiernos y que se tramitan lentamente en los parlamentos.
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Joao Paulo Cunha, admitió recientemente que el Congreso de Brasil está atrasado en la aprobación de muchas de esas normas.
"Creo que, además de fortalecer institucionalmente el Mercosur, es necesario poner en ejecución el protocolo de Olivos para solucionar divergencias entre nosotros", según Lohlé.
El diplomático aludió al mecanismo de resolución de controversias previsto para ser utilizado por los miembros de la asociación comercial, pero que todavía no ha sido oficializado.
Dijo igualmente que Lula manifestó su deseo de que las negociaciones de ambos países con el Fondo Monetario Internacional (FMI) corran bien para que "Argentina y Brasil puedan emprender el desarrollo".
Explicó que el mandatario considera severas las metas fiscales impuestas por el Fondo a los dos gobiernos y opina que, además, limitan las realizaciones internas en ambos países.
"Lula me dijo que muchas alcaldías brasileñas no han podido llevar adelante proyectos de inversión en obras públicas porque el FMI los consideraría gastos", dijo.
