BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino confía en que "no se postergue" la firma del acuerdo a tres años que negocia con el Fondo Monetario Internacional más allá del 9 de setiembre, cuando tiene que cancelar un vencimiento de casi tres mil millones de dólares con ese organismo multilateral.
Así lo informó hoy el jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, quien no se pronunció sobre si la administración de Néstor Kirchner recurrirá a las reservas del Banco Central para cumplir con ese pago, en caso de que el acuerdo no se hubiera firmado en los primeros días del mes próximo.
"Estoy seguro de que vamos a llegar (al acuerdo en los tiempos previstos), a pesar de que es más dificultoso porque se marcaron reglas diferentes. Pero hay mucha comprensión por parte de las autoridades del Fondo", dijo hoy Fernández.
El ministro, uno de los hombres de máxima confianza de Kirchner, pidió "entender" que el Gobierno argentino "marcó reglas diferentes" para lograr un acuerdo "sustentable, que se pueda cumplir y a la vez que no postergue el incipiente desarrollo que Argentina está mostrando".
Hace unos 15 días, llegó a Buenos Aires una misión del FMI encabezada por el británico John Dodsworth con la intención de renegociar vencimientos de la deuda argentina por 12.500 millones de dólares.
El Ejecutivo envió ayer al Fondo Monetario, en Washington, un borrador sobre el acuerdo que, según publicó hoy el diario Clarín, es incompleto puesto que le faltó determinar el superávit fiscal de Argentina para el año próximo.
Para el Fondo, cualquier compromiso es vano si antes no se define la pauta fiscal de superávit y se determina, en consecuencia, la capacidad de devolver la deuda que Argentina declaró en suspensión de pagos a finales del 2001.
El Ministerio de Economía pudo haber accedido esta semana a elevar el próximo año el saldo fiscal al 3,3 por ciento del PIB, un 0,3 por ciento más de lo que el país había ofertado inicialmente.
El titular de esa cartera, Roberto Lavagna, ha prometido un superávit creciente para los tres años de acuerdo con el Fondo: 3,5 por ciento del PIB para el 2005 y para el 2006 el 4 por ciento, meta que exige el FMI para el próximo año.
La misión, que el lunes regresará a Washington, reclama también una reforma de la carta orgánica del Banco Central para que sea autorizado a prestarle dinero al Ministerio de Economía y pueda cumplir con los vencimientos previstos.
El Parlamento debe aprobar esta reforma que permitiría al instituto emisor girar al Tesoro Nacional el equivalente al 10 por ciento de los ingresos previstos del Estado para este año, unos 7000 millones de pesos (2400 millones de dólares), y entregar adelantos de hasta 4.500 millones de pesos más (1.550 millones de dólares).
Con esta autorización, la cartera económica dispondría de fondos suficientes para pagar el vencimiento de septiembre, sin importar a cuánto llegue la recaudación fiscal, pero el presidente del país es reticente a utilizar las reservas del Central para ese fin.
