GINEBRA.- Numerosos países latinoamericanos se unieron hoy a China, India, Sudáfrica y Tailandia, entre otros, para presentar en la Organización Mundial del Comercio una propuesta de liberalización del comercio agrícola que responde a otra anterior de la UE y EE.UU., considerada por ellos desequilibrada.
La propuesta, suscrita también por Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, México, Paraguay y Perú, reclama la eliminación de todos los subsidios a la exportación, comenzando por los que afectan más negativamente a los países en desarrollo, en plazos por negociar.
Esa exigencia contrasta con la de Washington y Bruselas, que proponía eliminar en paralelo subsidios y créditos a la exportación sólo en determinados sectores, y reducir simplemente los demás.
En el capítulo de los apoyos internos, la nueva propuesta exige reducir sustancialmente las distintas modalidades de ayudas al sector, que tanto prodigan los países desarrollados, incluidos las considerados hasta ahora como mínimamente distorsionantes del comercio.
Así se propone por primera vez eliminar la llamada "caja azul", defendida por europeos y estadounidenses, que incluye los pagos directos a los agricultores en el marco de programas de recortes de producción, que no están sometidos actualmente a compromisos de reducción.
También se pondría un tope a los subsidios incluidos en la llamada "caja verde", ahora autorizados ya que se considera que tienen un impacto mínimo sobre el comercio, pero de los que recelan los países en desarrollo porque podría abusarse de ellos con fines proteccionistas.
Se trata, por ejemplo, de las ayudas a los agricultores en caso de desastre, los gastos en infraestructuras, así como los programas medioambientales o de control de enfermedades.
En el capítulo de acceso a mercados, la iniciativa respalda la fórmula mixta de Washington y Bruselas, que combina recortes drásticos de aranceles con otros mucho más moderados, según los sectores.
Sin embargo, limita al mismo tiempo la flexibilidad que quieren reservarse los países ricos para proteger sus productos más sensibles con salvarguardas especiales (imposición de derechos de aduana adicionales).
Al margen de esa iniciativa, otro grupo de países, entre ellos la República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Sri Lanka y Kenia, presentaron otra propuesta que hace hincapié sobre todo en el trato especial y diferenciado para el mundo en desarrollo, incluido el acceso preferente a los mercados de los países ricos.
Esta última propuesta reclama que los países en desarrollo puedan beneficiarse de reducciones arancelarias sustancialmente menos drásticas que las exigidas a los países desarrollados.
Asimismo, pide que a los países en desarrollo no se les exija abrir más sus mercados y se les de suficiente flexibilidad para eximir ciertos productos "especiales o estratégicos" de la obligación de recorte de aranceles.
En una primera reacción, la organización no gubernamental Oxfam, que fue muy crítica con la propuesta conjunta de Washington y Bruselas, se felicitó de las dos presentadas hoy por los grupos de países en desarrollo.
En referencia a la de Argentina, Brasil y otros, la portavoz de Oxfam en Ginebra, Celine Charveriat, afirmó que ’’a diferencia de la de EE.UU. y la UE, es una propuesta seria que puede servir como buena base de discusión" en la próxima reunión ministerial de Cancún (México), del 10 al 14 de septiembre.
"Esa iniciativa podría salvar del fracaso la actual ronda de negociaciones. La Unión Europea, Estados Unidos y otros países desarrollados no cumplirán sus promesas de ayudar al mundo en desarrollo a menos de verse presionados", agregó.