BUENOS AIRES.- El gobierno argentino afirmó hoy que en pocas horas podría resolverse la negociación de un acuerdo "stand- by" con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a que el país sudamericano entró este martes en cesación de pagos con el organismo por no abonar un vencimiento de 2.900 millones de dólares.
El jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, informó hoy que el acuerdo con el FMI "está muy cerca" y podría concretarse "durante los días venideros, tal vez hoy".
"Ya casi no tenemos diferencias sustanciales con los textos entre Argentina y el FMI y sólo nos queda por delante resolver la forma en que se harán los desembolsos", declaró Fernández a radio Mitre de Buenos Aires.
Resta definir "cómo pagamos para que inmediatamente nos reintegren ese pago a modo de crédito", precisó el ministro. Para la firma de un acuerdo Argentina deberá pagar el vencimiento de 2.900 millones de dólares que operó ayer y que dejó al país sudamericano por primera vez en su historia en moratoria con el FMI.
El gobierno informó anoche que no realizó el pago "a fin de evitar comprometer el 25 por ciento de las reservas". Las autoridades ya habían anticipado que no se saldaría el vencimiento de deuda con sus menguadas reservas internacionales en tanto no se arribara a un acuerdo "stand-by" con el Fondo.
El programa a mediano plazo no incluiría desembolsos de fondos frescos sino sólo la refinanciación de los compromisos que debe afrontar el gobierno ante organismos multilaterales hasta fines de 2006 por cerca de 13.000 millones de dólares.
El jefe de Gabinete reiteró hoy que el gobierno busca firmar un entendimiento "distinto a los que se vinieron haciendo. Necesitamos un acuerdo que permita sostener este crecimiento que se viene dando desde hace un tiempo", agregó.
Fernández relativizó asimismo las diferencias entre el presidente Néstor Kirchner y su ministro de Economía, Roberto Lavagna, luego de que debieron ser desmentidos fuertes rumores sobre la renuncia del jefe del Palacio de Hacienda en medio de la incertidumbre que reinaba ayer en los ámbitos político y económico.
"Entre nosotros no hay desinteligencias. Estamos trabajando, estamos en una negociación y podemos tener algunas ideas diferentes, pero no hubo discusiones en caliente", aseguró.
Las principales diferencias que traban el acuerdo entre el gobierno argentino y el FMI son la indefinición de la pauta de superávit fiscal para 2005 y 2006, cuyos fondos serían destinados al pago de los compromisos externos; y la inclusión de un cronograma de aumentos de las tarifas de los servicios públicos privatizados, en su mayor parte en manos de capitales europeos.