DUBAI.- En su informe sobre las perspectivas de la economía internacional difundido hoy, el Fondo Monetario Internacional recomienda a América Latina aprovechar la estabilidad emergente tras la última crisis regional para acelerar las medidas de protección contra nuevos baches coyunturales.
Aunque las diferencias entre los países de la región son apreciables, el FMI alerta en su "World Economic Outlook" que la recuperación sigue siendo frágil, aun en un contexto global de crecimiento.
Al organismo le preocupa especialmente que la recuperación en los mercados de bonos emergentes no logre ser constante, lo que atenta contra las perspectivas de crecimiento y estabilidad macroeconómica a largo plazo.
El FMI pronostica para el Mercosur un crecimiento del 2,2% para este año, y del 3,2% para 2004. Por el contrario, la Comunidad Andina sufrirá un retroceso del 2,9%, aunque en 2004 logrará una expansión del 4,9%.
Para México, Centroamérica y el Caribe, el crecimiento en 2003 será de 3,2 por ciento, y las perspectivas para 2004 son aún mejores: un 6,4 por ciento.
Más allá de las cifras, el FMI considera que este momento es crucial para que las economías latinoamericanas implementen las medidas necesarias que las hagan más resistentes a futuras crisis o choques externos.
La lista de "deberes" es encabezada por la necesidad de reducir la proporción de la deuda en relación con el producto interior bruto.
Además, el FMI recomienda fortalecer el sistema bancario y la autonomía de los bancos centrales para mantener la inflación bajo control. Otras reformas en mercado laboral, los sistemas judicial, regulatorio e insitucional también son deseables, apunta.
En este sentido, el reporte destaca que "es claro que para algunos países, como Brasil, los mercados financieros anticipan un continuo progreso de estas reformas" en el futuro inmediato.
Los ejemplos de los beneficios de estas reformas están corporizados en México y Chile, que lograron gracias a su ímpetu reformista superar sin mayores daños la crisis argentina desatada a fines de 2001.
Las naciones que no sigan esta dirección podrían sufrir "penalizaciones" del mercado, como altas tasas de interés o falta de acceso a fuentes de financiamiento.
El escenario argentino parece recuperarse a los ojos del FMI, que prevé un crecimiento del 5,5% para este año y del 4,0% para el próximo, tras el abrupto retroceso del 10,9 en 2002.
Sin embargo, advierte que la debilidad de las finanzas públicas, la ausencia de progresos para resolver la situación de los bancos más golpeados por la crisis, un alto nivel de endeudamiento del sector privado y la pobreza de gran parte de la población podrían atentar contra la consolidación de la recuperación.
El gobierno debe "implementar un plan creíble para restaurar las finanzas públicas y reestructurar la deuda soberana, fortalecer el sistema bancario, avanzar en la reestructuración de la deuda privada empresarial y proteger adecuadamente a la población más necesitada durante la transición.
En el caso de Brasil, aunque los avances en el frente político como la aprobación de la reforma previsional han fortalecido la confianza, reflejada en la apreciación del real, el crecimiento sigue siendo débil y dependiente de varios factores.
Entre ellos, el alto grado de financiamiento externo, la ralentización de la inversión extranjera directa, y el alto "spread" bancario exigen una estricta disciplina fiscal, apunta el FMI.
Brasil comprometió con el Fondo un superávit primario del 4,25 por ciento del PIB para 2003.
A pesar de la recuperación de la producción petrolera tras el fin de la huelga que paralizó el sector hasta febrero, el PIB de Venezuela caerá en 2003 un 16,7%, señala el reporte, lo que suma un retroceso del 26 por ciento en los últimos dos años.
La vulnerabilidad fiscal no relacionada con el petróleo y del sector bancario deberán resolverse para alcanzar la estabilidad macroeconómica, indica el FMI.
La política monetaria venezolana debe ser endurecida para resistir las presiones inflacionarias y sobre la tasa de cambio, agrega.
México, como siempre, comenzará a transitar la senda de la recuperación cuando lo haga Estados Unidos, a lo largo del actual semestre. Flexibilizar el mercado laboral y facilitar la participación probada en el sector eléctrico ayudaría a consolidar el repunte, según el FMI.
