RÍO DE JANEIRO.- El acuerdo que el Gobierno de Brasil quiere negociar con el FMI será "preventivo", dirigido a blindar al país contra crisis y ajustado a la política económica gubernamental, según el ministro de Hacienda, Antonio Palocci.
El funcionario, que regresó anoche a Brasilia desde Dubai, afirmó a su llegada que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se mostró dispuesto a negociar con Brasil un nuevo acuerdo bajo otras reglas, que privilegien el crecimiento en lugar de enfocarse exclusivamente en el ajuste fiscal.
Explicó que el aval del FMI funcionaría durante un año como una especie de blindaje "de carácter preventivo" contra posibles crisis.
"Nuestra intención es hacer un puente entre los préstamos. Vamos a trabajar con el objetivo de no retirar los recursos", dijo Palocci, quien asistió a la asamblea anual del organismo multilateral celebrada en Dubai, Emiratos Arabes.
Afirmó que el nuevo acuerdo forma parte de la estrategia del Gobierno para garantizar un crecimiento económico a largo plazo y sostenible en el tiempo.
La posibilidad de un nuevo acuerdo entre Brasil y el FMI ha comenzado a ser discutida desde hace algunos días por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, cuyas políticas económicas han recibido elogios de la comunidad financiera internacional y del propio Fondo.
Palocci resaltó a que a diferencia de otras oportunidades o de la situación de otros países emergentes, Brasil no necesita del FMI para enfrentar una crisis o estabilizar su economía.
"No estamos frente al dilema de un acuerdo o una crisis", dijo el ministro.
"La decisión es si un acuerdo ayuda en el tránsito que Brasil está emprendiendo en dirección al crecimiento o no", agregó.
La mayor economía sudamericana mantiene desde agosto de 2002 un acuerdo con el FMI que estará vigente hasta el 31 de diciembre.
Bajo este arreglo el país recibió una línea de crédito de 30.300 millones de dólares otorgada en tiempo récord, que ayudó a estabilizar las reservas internacionales y a mantener la confianza de los inversionistas privados en el país.
En contrapartida Brasil se comprometió a mantener rígidas metas fiscales y de restricción del gasto público, las cuales, según empresarios y economistas, han contribuido a estancar la economía.
El gobierno de Lula ha reiterado que Brasil se encuentra ahora en condiciones holgadas para negociar con el FMI en caso de que decida suscribir un nuevo acuerdo.
"Brasil no está con la cuerda al cuello. Brasil no depende de ese acuerdo para sobrevivir", dijo Palocci parafraseando al propio presidente Lula.