ROMA.- El consejo de administración del consorcio italiano de productos lácteos Parmalat decidió en la noche de este viernes, en sesión extraordinaria, solicitar a las autoridades judiciales que declaren la quiebra de la empresa.
Esta mañana se dio a conocer que el balance de Parmalat arroja un agujero de 4.000 millones de euros (unos 5.000 millones de dólares), pero pese a su insolvencia esta compañía insignia de la industria italiana pretende que se le permita continuar con su actividad.
Además, el consejo de administración decidió emprender acciones legales para el esclarecimiento de manipulaciones de su balance aparentemente fraudulentas, según una agencia local.
El fundador de Parmalat, y hasta ahora presidente del consejo de administración del consorcio, Calisto Tanzi, renunció al cargo el pasado lunes y fue reemplazado por Enrico Bondi, que tiene buena reputación en el saneamiento de empresas.
El ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti, comparó por su parte esta noche la situación de Parmalat con la del gigante estadounidense de la energía Enron, en el que se produjo un enorme fraude contable y una posterior quiebra.