WASHINGTON.- Casi una treintena de países habían declarado hasta este viernes que cerraron sus fronteras a las importaciones de carne de Estados Unidos tras el descubrimiento del primer caso de vaca loca en el Estado de Washington.
Más de dos tercios de las exportaciones de carne estadounidense están afectadas por la prohibición. Estados Unidos exporta aproximadamente el 10% de su producción, por un monto estimado en aproximadamente US$ 3 mil millones anuales.
Los tres principales importadores de carne estadounidense, Japón, México y Canadá, cerraron rápidamente sus fronteras.
En América, Canadá -el tercer importador- precisó que su embargo no afecta a todos los productos cárnicos. México suspendió "por precaución" sus importaciones, mientras que Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Perú, Colombia y Venezuela cerraron sus fronteras. Ecuador anunció que adoptará una medida similar la semana próxima.
En Centroamérica, Costa Rica y Panamá tomaron la misma decisión.
En Asia, Japón, el mayor cliente extranjero de la carne estadounidense con importaciones valuadas en US$ mil 800 millones por año, suspendió rápidamente las importaciones.
Washington llamó el jueves a Tokio a retomar sus importaciones, asegurando que la carne estadounidense es "sana".
Otro cliente importante, China, con importaciones valuadas en 500 millones de dólares, también cerró sus fronteras, así como Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Malaisia, Taiwán, Australia, Tailandia, Vietnam e Indonesia.
En el continente africano, solo Sudáfrica cerró su frontera. En Medio Oriente, Jordania y Qatar adoptaron una decisión similar.
La Unión Europea (UE), en tanto, "sigue de cerca la situación" pero no impondrá nuevas restricciones a sus importaciones, ya reducidas, de carne bovina norteamericana.
En Europa no se consume mucha carne estadounidense ya que tiene una reputación de contener hormonas.
En cambio, Rusia, que importa sobre todo aves, suspendió "provisoriamente" la importación de carne bovina estadounidense, al igual que Turquía.