SANTIAGO.- No sólo es el estilo, es la economía, también. En los primeros cien días de su mandato, Michelle Bachelet se propone atacar las cuentas pendientes de la vibrante economía chilena para hacer frente a uno de sus mayores desafíos de gobierno: reducir la desigualdad.
El sistema provisional inaugurado por Chile fue tan exitoso que otras 17 naciones, entre ellas la Argentina, lo copiaron. Hoy, ese sistema puede garantizar las jubilaciones prometidas a una pequeña porción de sus afiliados. Corregirlo para asegurar "pensiones dignas" a todos es una de las primeras metas de Bachelet.
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