NUEVA YORK.- "Estoy contento, pero no estoy celebrando. Nunca hice nada malo ni cometí delito alguno".
Esa es la primera frase que lanza desde la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, donde se encuentra por estos días, el empresario Andrónico Luksic Craig, vicepresidente del Banco de Chile, luego de conocerse ayer que una sala de la Corte Suprema de Perú declaró la prescripción del juicio que se le sigue en ese país por presunta instigación al tráfico de influencias en el llamado caso Lucchetti.
La decisión, que implica que el juicio oral abierto en el 2005 se archiva definitivamente, marca el cierre de un capítulo más que ingrato para la cabeza de una de las tres familias más ricas de Chile (controladora del Banco de Chile, del holding minero Antofagasta Minerals y del grupo industrial Quiñenco, entre otros activos), y cuyo desenlace final mantuvo en vilo hasta último minuto a su padre, el empresario Andrónico Luksic Abaroa, fallecido en agosto del año pasado.
La decisión de la sala del máximo tribunal de Perú ratificó el fallo de la Sexta Sala Penal de la Corte Superior de Lima de octubre del 2005, que ya determinó que el caso estaba prescrito desde marzo del 2004, con lo cual tanto la acusación fiscal como el juicio oral seguido hasta ahora se declaran nulos.
Luksic Craig, como él mismo sostiene, se declara contento ante esta resolución, aunque precisó que "me habría gustado que me declararan inocente y salir por la puerta ancha, y no por la puerta angosta de la prescripción".
"Estoy contento porque se acaban ocho años de problemas en Perú. Perdimos todo lo que habíamos invertido, perdimos el mercado, perdimos la planta y más de US$150 millones", agregó Luksic, consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), del Centro de Estudios Públicos (CEP) y miembro —junto a Hernán Somerville y Juan Villarzú— del Consejo Asesor Empresarial (Abac) del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (Apec).
El vicepresidente del Banco de Chile y cabeza de los negocios financieros de la familia alude de esta forma al cierre obligado de la planta productora de fideos que la empresa Lucchetti construyó en la zona de la reserva ecológica de los Pantanos de Villa, y que encontraron una enconada oposición de parte del entonces alcalde de la ciudad, Alberto Andrade.
Concretamente a Luksic y otros dos ejecutivos del grupo se les acusó de haber solicitado favores a Vladimiro Montesinos, ex asesor de inteligencia del ex Presidente peruano, Alberto Fujimori, quien hoy se encuentra bajo detención en Chile.
"La Justicia peruana y el Congreso nos investigó once veces, y las once veces el caso se ha archivado. Por eso me habría gustado que esto terminara con un juicio que me declarara inocente", insistió.
"Precedente" para Pacheco y Menéndez
Para cumplir en un ciento por ciento las expectativas del grupo y su defensa legal, ahora sólo restaría que la misma prescripción sea aplicada a los otros dos ejecutivos chilenos acusados en la causa, esto es Fernando Pacheco y Gonzalo Menéndez.
Ambos tienen aún dos recursos de amparo pendientes en la Corte Superior de Lima, que también buscan la prescripción de sus causas.
Consultado Luksic sobre este último punto, respondió que "confío que esto (la decisión que a él lo liberó de los cargos) sea un precedente claro para que el caso de ellos también sea prescrito".