BUENOS AIRES.— Organizaciones empresariales y sindicales argentinas brindaron este sábado su apoyo a la decisión del Gobierno de Néstor Kirchner de aumentar el precio del gas que se exporta a Chile, medida que provocó un reclamo de la Presidenta Michelle Bachelet a su homólogo.
La Unión Industrial Argentina (UIA), la principal organización patronal del país, respaldó "la determinación del Gobierno nacional de hacer todos los esfuerzos para mantener el precio del gas en el mercado interno, pese al incremento del costo de este fluido procedente de Bolivia".
"La UIA entiende que satisfacer el reclamo chileno de no modificar los valores fijados con anterioridad al acuerdo podría tener como consecuencia un posible encarecimiento injustificado en el mercado local", añade el comunicado de la Unión Industrial.
La Confederación General del Trabajo (CGT), a su vez, mostró "sorpresa" por el reclamo chileno. "Es público que nuestro Gobierno ha reconocido un mayor precio por el gas, pero pretender que la Argentina absorba los mayores costos es absolutamente insólito".
"No podemos subsidiar a economías mejor que la nuestra"
Enrique Pescarmona, uno de los principales empresarios argentinos, expresó que "no podemos seguir subsidiando economías que están mejor que la nuestra. Hemos subsidiado a los chilenos por mucho tiempo con el gas y ahora hay que cobrarles la diferencia".
El ex subsecretario de Energía Gustavo Callejas, que perteneció al gobierno del presidente Raúl Alfonsín (1983-89), sostuvo que "mienten los chilenos cuando hablan de acuerdos. Lo que existe son contratos firmados entre empresas privadas que establecen que todo está supeditado al autoasbastecimiento argentino".
La Mandataria chilena, en una carta entregada en la víspera al Gobernante trasandino, se mostró "decepcionada" por el hecho de que el incremento dispuesto, es superior al que funcionarios del Gobierno argentino le habían anticipado, cuando ella asistió la semana pasada a la XXX Cumbre del Mercosur, en la ciudad de Córdoba.
Hata el momento no ha habido una reacción oficial a la carta entregada por el embajador chileno Luis Maira. Pero en días previos portavoces gubernamentales indicaron que el mayor precio cobrado a Chile, es proporcional al incremento que a Argentina debe pagarle a Bolivia por el gas importado de ese país.