LONDRES.- Los precios del petróleo subían este miércoles por la mañana, a más de 78 dólares en Londres, en previsión de una disminución de las reservas en Estados Unidos que acentúa el temor sobre el suministro del país, amenazado por el cierre del vasto campo de Prudhoe Bay en Alaska.
En el mercado de Londres, el barril de Brent del Mar del Norte para entrega en septiembre superó los 78 dólares, acercándose así al récord histórico de 78,64 dólares que alcanzó el lunes.
Hacia las 10H20 GMT, el precio se situó en 78,05 dólares, tras haber registrado una nueva progresión de 50 centavos.
En Nueva York, el barril de ’’Light Sweet Crude’’ para entrega en septiembre también aumentó en 29 centavos hasta alcanzar los 76,60 dólares, precio que sin embargo está aún lejos de su récord de mediados de julio, cuando tocó los 78,40 dólares.
El motivo de estos aumentos de precio es el informe semanal sobre el estado de las existencias petroleras de Estados Unidos que el Departamento de Energía (DoE) tiene previsto hacer público a las 14H30 GMT y que, según los analistas, señalará una disminución en las reservas de crudo y gasolina estadounidenses.
Los expertos coinciden en que las existencias de crudo y gasolina disminuyeron en un millón de barriles la semana pasada.
En el caso de la gasolina, se trataría de la tercera disminución semanal consecutiva, reflejo del importante consumo de carburante realizado por los estadounidenses debido a sus salidas de vacaciones veraniegas.
La bajada de las reservas preocupa aún más al mercado dado que el suministro energético de Estados Unidos se ha visto recientemente amenazado por el cierre del principal campo petrolífero del país, el de Prudhoe Bay en Alaska, tras el descubrimiento de una pérdida en uno de sus oleoductos.
Un portavoz del grupo BP, responsable del campo, admitió este miércoles que la reparación del oleoducto ’’tardará meses’’, que según los vaticinios de los analistas serán seis.
Esta perspectiva levanta una fuerte inquietud ya que Prudhoe Bay suministra 400.000 barriles diarios, es decir, el 8% de la producción estadounidense.
Los problemas en Prudhoe Bay ’’acrecentaron la preocupación sobre el suministro, mientras Nigeria e Irak sufren perturbaciones en sus producciones y la tensión en Oriente Medio es importante’’, subrayó el analista Michael Davis.
Ni Líbano ni Israel son productores de petróleo pero los mercados temen una extensión del conflicto a Irán, país que apoya al movimiento chiita libanés Hezbolá y actualmente en conflicto con la comunidad internacional por sus ambiciones nucleares.
Irán, en cambio, es el cuarto productor mundial de crudo, con 4 millones de barriles diarios.
En cuanto a Nigeria, este país africano tiene una producción de unos 800.000 barriles diarios que se ve perturbada por los ataques de grupos separatistas desde principios de 2006.
Por último, Irak produce 300.000 barriles diarios menos que antes del comienzo de la guerra, en marzo de 2003.
