WASHINGTON.- Estados Unidos no apoyará una prohibición del uso de las bombas racimo, dijo un portavoz del Departamento de Estado norteamericano luego de que 46 países acordaron hoy poner en marcha iniciativas conjuntas para lograr la prohibición mundial de este tipo de artefactos a fines de 2008.
"Nosotros tenemos la opinión de que esas municiones tienen un lugar y una utilidad en los arsenales militares, si existe la tecnología adecuada y las reglas adecuadas para su uso", dijo Sean McCormack.
Estados Unidos, Rusia y China no participaron en la conferencia de dos días que se realizó en Oslo, que reunió a 49 países, agencias de las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias.
McCormack indicó que Estados Unidos reconoce la "preocupación humanitaria" por el uso de las armas y, además de mejoras técnicas, gastó 1.000 millones de dólares en el mundo en los pasados 10 años para ayudar a retirar las bombas que no explotaron, que actúan como minas terrestres y causaron la muerte o mutilación de muchos civiles.
En un comunicado emitido al término de la reunión en la capital noruega, se señala que el objetivo del nuevo "proceso de Oslo", que ahora se inicia, es la prohibición de las bombas racimos, que son especialmente dañinas para la población civil.
Dicho objetivo se espera lograr en las tres próximas conferencias que se han acordado en la capital peruana, Lima, entre el 23 y el 25 de mayo, así como la de Viena (Austria) en noviembre y la de Dublín, en 2008.