LONDRES.- El consejero delegado del Royal Bank of Scotland (RBS), Stephen Hester, cobrará este año un bono de 2,5 millones de libras (3,9 millones de dólares), dos años y medio después de que el banco fuera rescatado de la quiebra por el Estado, informa hoy "The Sunday Telegraph".
En total, Hester, que asumió la máxima responsabilidad de este banco propiedad del Estado en un 84 por ciento en el peor momento de la crisis financiera de 2008, recibirá por su trabajo en 2010 6,8 millones de libras (8,2 millones de euros o 10,5 millones de dólares).
Esta cantidad incluye el salario fijo y el bono, que se divide en dinero en efectivo y en acciones, y que el banquero recibirá tras la reunión del consejo de administración del RBS prevista para febrero, según las fuentes citadas por "The Sunday Telegraph".
Hester, que admitió ante un comité parlamentario que incluso sus padres piensas que cobra demasiado, renunció en 2010 a un bono de 1,6 millones de libras (1,9 millones de euros o 2,5 millones de dólares), pero no tiene intención de volver a hacerlo este año.
De confirmarse, la noticia causará una controversia, en un momento en el que el Gobierno promueve la austeridad con un gran recorte del gasto público que afecta a buena parte de la sociedad.
El sábado, el "Financial Times" informó de que los cinco grandes bancos británicos -HSBC, Barclays, RBS, Lloyds y Standard Chartered- están decididos a pagar generosos bonos este año a sus directivos.
Royal Bank of Scotland y Lloyds, parcialmente nacionalizados, son los que más presión están recibiendo del Gobierno, que quiere evitar la percepción en la opinión pública de que los bancos quedan al margen de la política oficial de austeridad en vigor.
"No queremos ver una repetición del año pasado, cuando nadie se sintió capaz de aceptar sus bonos,” dijo al FT un directivo.
En 2009, los principales responsables de la banca británica, liderados por el entonces consejero delegado de Barclays, John Varley, y por su sucesor, Bob Diamond, renunciaron a sus bonos, que ascendían conjuntamente a unos 30 millones de libras (36,1 millones de euros o 46,6 millones de dólares al cambio actual).
Algunos consejeros delegados optaron por donar sus primas a organizaciones de caridad para tratar de lavar su origen tras la hecatombe del sistema financiero británico a finales de 2008, que obligó a un multimillonario rescate que vació las arcas públicas.
El FT aseguró también que los banqueros se han envalentonado al ver que las amenazas de los liberaldemócratas del viceprimer ministro, Nick Clegg, que comparten el Gobierno con los conservadores del primer ministro, David Cameron, están quedando en nada.
En los últimos meses, tanto Clegg como el secretario de Empresas, el también liberaldemócrata Vince Cable, han reiterado que el Ejecutivo podría imponer una tasa fiscal a los bonos en la banca, pero sus manifestaciones no han tenido un reflejo legislativo.