SANTIAGO.- Transformar el vino pipeño en un producto para ser comercializado en Estados Unidos y Europa y, además, darle un uso en la industria nutracéutica, son los objetivos de un proyecto que se realiza en la Región del Biobío con financiamiento del ministerio de Agricultura (Minagri).
La iniciativa comenzó a fines del año pasado y finalizará en febrero de 2012. Su costo asciende a 183,4 millones de pesos, de los cuales el Minagri, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), aporta $138,5 millones.
En el proyecto -que desarrolla Bioingemar Ltda., empresa que produce ingredientes para la industria cosmética y nutracéutica- participarán en forma directa 60 agricultores de las comunas de Florida, Cabrero, Yumbel, Hualqui, Santa Juana y San Rosendo. Todos ellos cuentan con un promedio de 0,5 hectáreas plantadas.
En la zona abarcada por las seis comunas existen en total 1.748 hectáreas de uva País y Moscatel de Alejandría, pertenecientes a 852 pequeños propietarios, según datos del Catastro Nacional Vitícola 2007-2008.
Todos ellos realizan una viticultura de subsistencia, sin excedentes, debido a la depreciación de los pipeños, a los suelos altamente degradados y a la carencia de agua. Estas condiciones, junto a la ausencia de recursos económicos, han formado un círculo de pobreza que ha impedido la reconversión hacia otras actividades más rentables.
El proyecto cofinanciado por FIA busca generar una alternativa de reconversión económica de los productores de vino pipeño, aumentando el valor agregado de su oferta al incorporar tecnologías agronómicas y bioquímicas.
"Lo que se busca es la obtención de un vino con una calidad optimizada desde el punto de vista enológico y con un aumento en su concentración de resveratrol, para llevarlo a dos mercados: el de los vinos de nicho de Estados Unidos y Europa y al de la industria nutracéutica, donde será usado para obtener polifenoles con alto porcentaje de resveratrol", explicó Viana Beratto, bioquímica y coordinadora de la iniciativa.