CANBERRA.- El gobierno de minoría de Australia impuso el jueves un impuesto para la reconstrucción y redujo el gasto en medioambiente para ayudar a financiar la recuperación de las devastadoras inundaciones de este mes, pero enfrentó la oposición de otros partidos que lo mantienen en el poder.
El posiblemente iniciará un acalorado debate en el Parlamento cuando éste se reúna el próximo mes, con los legisladores Verdes molestos por los recortes a los programas de energía renovable y los independientes nerviosos por el impacto en el gasto regional.
Pero analistas dicen que es poco probable que el plan ponga en riesgo la mayoría de un escaño del gobierno.
La primera ministra Julia Gillard dijo que las inundaciones, que cubrieron miles de casas, cerraron minas de carbón, arruinaron cosechas y destruyeron caminos y vías de ferrocarriles, reducirían el crecimiento económico en medio punto porcentual en el año fiscal que termina el 30 de junio, aunque economistas esperan que el esfuerzo de reconstrucción reavive el crecimiento en el 2011-2012.
Economistas han estimado el costo final de los daños provocados por las inundaciones en al menos 10.000 millones de dólares australianos (10.000 millones de dólares), y algunas estimaciones duplican esa cifra.
Los impuestos y los recortes al gasto podrían golpear la demanda de consumo, dijeron, pero también podrían ayudar a aliviar la presión a largo plazo de un alza en las tasas de interés.
"Con consumidores ya cautos, un nuevo impuesto no es algo positivo -es otro viento en contra", dijo Su-Lin Ong, economista de alto rango en RBC Capital Markets.
Pero Ong dijo que era correcto que la política fiscal siga siendo rigurosa, mientras el gasto en la reconstrucción podría fomentar el crecimiento en un momento en el que el comercio y el auge de la minería ya estaban tensando la capacidad adicional de la economía de 1,3 billones de dólares.
"Quita algo de presión a la política monetaria como la herramienta que hace todo el trabajo para contener la inflación", dijo Ong.
"En general, nosotros sospechamos que las inundaciones tendrán un resultado neto positivo para la economía", agregó.
Al menos 35 personas murieron en las inundaciones en los estados de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria, que se dieron luego de precipitaciones veraniegas récord debido al fenómeno climático de La Niña en el Océano Pacífico.
El plan de Gillard es la primera gran prueba a su gobierno de minoría, que se mantuvo en el poder el año pasado con una ventaja de un escaño después de las elecciones de agosto, apoyado por un único legislador verde y tres independientes en la Cámara baja del Parlamento.