La Comunidad Europea está expectante frente a la situación de la economía de Portugal.
El MercurioLISBOA.- El gobernador del Banco Central de Portugal, Carlos Costa, confirmó hoy las malas perspectivas de la economía de su país y consideró que el país europeo ya está en recesión.
"Puede decirse que estamos en recesión”, aseguró Costa en declaraciones al Diario Económico de Lisboa.
Según los últimos datos económicos divulgados esta semana, Portugal siguió en crecimiento en el pasado trimestre y cerró el ejercicio de 2010 con un aumento de su Producto Interior Bruto (PIB) del 1,4%, por encima de lo previsto.
Costa subrayó las debilidades de la economía lusa el día que el país afronta otra prueba de confianza en los mercados financieros con la emisión de entre 750 y 1.000 millones de euros en deuda soberana.
Pese al aparente desagrado del gobierno socialista de José Sócrates por algunas declaraciones pesimistas del gobernador del Banco Central sobre la economía lusa, Costa, que asumió el cargo el año pasado, aseguró que las relaciones con el Ejecutivo luso “van muy bien”.
Se ha “respetado íntegramente la independencia y autonomía” de su organismo, afirmó, incluso cuando ha publicado los “números menos agradables”.
Las previsiones realizadas a finales de 2009 por el Banco Central Portugués sobre el PIB luso para 2010 fueron al final más de tres veces inferiores al resultado real de la economía, que no creció el 0,4 % como predijo la institución sino el 1,7.
Pero Costa considera que este año se van a confirmar las previsiones de las instituciones nacionales e internacionales sobre la vuelta a la recesión como consecuencia del proceso de ajuste económico.
La esperanza está en las exportaciones cuya evolución es "positiva”, señaló el Gobernador, aunque se preguntó también, en relación a la posibilidad de que Portugal precise ayuda externa, si su país tendrá “fuerza anímica” para dar confianza a los mercados.
La debilidad de la economía lusa ha alimentado la especulación sobre la deuda soberana lusa, penalizado con los intereses más altos desde la pasada década de los noventa, con más del 7% en el caso de los bonos de referencia a diez años.
Pero a pesar de los malos pronósticos, según los datos divulgados el lunes por el Instituto Nacional de Estadística luso (INE), el crecimiento del 1,4 % registrado en 2010 superó todos los cálculos de organismos nacionales e internacionales.
El incremento del PIB duplicó las previsiones del propio Ejecutivo luso, que pronosticó el 0,7%, las de la Comisión Europea, que lo estimaba en un 0,5%, y las del FMI, que al igual que el Banco de Portugal, apostó por el cálculo menos optimista del 0,4 por ciento.
No obstante, entre octubre y diciembre de 2010, la economía lusa registró un ritmo de crecimiento menor, del 1,2 por ciento respecto al mismo período del ejercicio anterior, con una subida tres décimas inferior a la registrada en el tercer trimestre del año.
Este fue además el trimestre con menor crecimiento de todo el ejercicio, después de que el PIB se incrementara un 1,7% entre enero y marzo, un 1,4 por ciento entre abril y junio, y un 1,5 por ciento entre julio y septiembre.
Según el INE, la contribución de las exportaciones portuguesas fue “elevada” en los tres últimos meses del ejercicio, mientras que el consumo de las familias cayó en este mismo período.
Para 2011, las proyecciones del Banco de Portugal y de otros organismos pronostican que el país entrará en recesión, con una caída del PIB de entre el 1 y el 1,8 por ciento.