FRANCFORT.- Las aerolíneas aceleraban el miércoles sus vuelos para intentar sacar a todos los pasajeros que quieren irse de Japón, a medida que aumentaba el temor a que el país, sacudido por un sismo, esté perdiendo el control de una crisis nuclear creciente.
El desastre ha transformado algunas partes de Tokio en barrios fantasmas, ya que la mayoría de la gente opta por quedarse en casa o marcharse.
Francia y Austria pidieron a sus compatriotas en la capital japonesa a que dejen el país o se dirijan hacia el sur. La embajada francesa en Tokio dijo que ha pedido a Air France que movilice sus aviones para evacuar a los franceses de Japón, y ya hay dos de camino.
La Asociación de Aerolíneas de Asia Pacifico, que representa a 17 compañías aéreas de la región, dijo que los vuelos nacionales y de carga están funcionando con normalidad.
Sin embargo, la alemana Lufthansa afirmó que sigue desviando vuelos a Osaka y Nagoya.
La holandesa KLM también dijo que estaba desviando vuelos a Osaka, en lugar de ir a Tokio, pero agregó que seguirá saliendo del aeropuerto Narita de la capital hacia DAmsterdam.
Las empresas de aviones privados dijeron que se han visto inundadas de peticiones de vuelos de evacuación.
"Está aumentando desde la noche pasada al deteriorarse la situación. Cada vez más gente se preocupa y está pensando en irse de Tokio", dijo a Reuters el presidente ejecutivo de Asia Jet, Mike Walsh.
"Estamos tratando con unas 1.000 personas que quieren irse de Tokio esta mañana", añadió.
Un responsable de la industria de la aviación en Asia dijo que ha habido un brusco descenso en la demanda hacia Japón, que se ha sumado a las prisas para dejar el país.
Numerosas empresas, desde la minorista sueca H&M a bancos y tecnológicas, también han dicho que están ayudando a sus empleados a dejar el país o desplazarles lejos de la central nuclear de Fukushima Daiichi, donde se produjo un accidente tras verse afectada por el maremoto posterior al sismo del viernes pasado.
Aunque la mayor parte de las aerolíneas están afrontando ahora demandas de vuelos y avisos de seguridad, algunos expertos ya están estudiando el impacto a largo plazo sobre el turismo japonés.