Se estima que la economía japonesa podría perder tres puntos del PIB por la tragedia.
EFEMADRID.- Las economías latinoamericanas, como Chile y Argentina, cuyos crecimientos llegaron en el 2010 a 5,2% y 9,2%, respectivamente, más algunos datos de la producción industrial en Europa, fueron algunas de las noticias positivas de un contexto internacional marcado durante la semana por la tragedia en japón y la escalada del conflicto en Libia.
"Latinoamérica sigue dando buenas noticias a la economía mundial y esta semana conocimos el crecimiento de Argentina y Chile en 2010, un 9,2 y un 5,2 %, respectivamente", cita una información de agencia EFE, al respecto.
Quizá podría agregarse a aquello los buenos resultados que muestran también economías como la de Perú y las buenas expectativas económicas del nuevo gobierno en Brasil.
En la UE, una buena noticia fue que la producción industrial subió un 6,8 % en enero, y de EEUU, la confianza en la tendencia futura de la economía que aumentó un 0,8 puntos, en todo caso menos de lo que esperaban los analistas.
Japón, la tercera economía del mundo, quedó seriamente tocada por el terremoto y posterior tsunami que arrasó la costa noroeste del archipiélago el pasado día 11, a lo que se añaden los efectos que se puedan derivar de la crisis nuclear.
Los primeros cálculos apuntan a que la catástrofe podría costar al país nipón cerca de tres puntos porcentuales de su Producto Interior Bruto (unos 150.000 millones de euros), un fuerte golpe para una economía que lleva dos décadas inmersa en su propia crisis y que acaba de ser desbancada por China como segunda economía mundial.
Para las economías desarrolladas y para las que más exportan a Japón (principalmente las asiáticas) también habrá efectos económicos de la tragedia, se estima.
Las primeras podrían sufrir un nuevo episodio de expatriación de las inversiones niponas, como se produjo tras el terremoto de 1995, y las segundas podrían ver recortadas sus exportaciones al archipiélago por efecto de la contracción de la economía.
Pero la principal réplica económica del terremoto se produjo sobre el yen, cuyo cambio frente al dólar se situó a niveles desconocidos desde el fin de la II Guerra Mundial debido a las expectativas de llegada de capital exterior.
La fuerte apreciación del yen ponía en peligro al sector exportador que supone casi un 20 % de su PIB, y obligó a una masiva intervención del Banco Central de Japón mediante una inyección superior a los 300.000 millones de euros en una semana, que logró reconducir el tipo de cambio del yen desde los 76,2 yenes por dólar hasta el cierre del viernes que se situó en 81 yenes por dólar, mientras el Nikkei se dejó un 10% en cinco sesiones.
Otra réplica económica se producirá sobre el sector energético que se verá afectado por la crisis nuclear y la desconfianza que se ha extendido sobre esta fuente energética, con lo que se podría asistir a un encarecimiento de otras energías como el petróleo o el gas.
De cara al público ya se ha producido un encarecimiento general de los combustibles, y, al menos en España están en niveles históricos: un litro de gasolina cuesta 1,32 euros (US$1,86 dólares).