LONDRES.- La inflación aumentó por quinto mes consecutivo en febrero en el Reino Unido para situarse en el 4,4% interanual, lo que supone un máximo desde octubre de 2008, según datos dados a conocer este martes por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
En enero, se elevaba ya al 4%, el doble del objetivo fijado por el Banco de Inglaterra (BoE), que seguramente enfrentará nuevas presiones para subir su tasa de interés históricamente baja de 0,5% que mantiene desde marzo de 2009.
En términos mensuales, el Índice de Precios al Consumo (IPC) también se incrementó en un 0,7% en febrero con respecto al mes anterior.
La subida se debió esencialmente a un aumento de los precios de la ropa y el calzado (+3,6%), de los alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,1%) y de los transportes (+0,8%), sector en el que los precios de los carburantes batieron récords debido a la subida del petróleo por las revueltas en el mundo árabe.
En cambio, los precios del alcohol y del tabaco bajaron un 1,1%.
Para los economistas, la presión inflacionista debería continuar en los próximos meses, lo que podría obligar al BoE a subir la tasa de interés de referencia, son el consiguiente riesgo para la recuperación de la economía, que se contrajo un 0,6% en el cuarto trimestre de 2010-
"Con los precios de los carburantes que seguirán agregando presión al alza, creemos que la inflación podría llegar el 5% en los próximos meses, lo que aumentará la presión sobre el Banco de Inglaterra para dar la impresión de que hacen algo sobre la inflación", declaró James Knightley, economista de ING.