SANTIAGO.- La operadora Buses Gran Santiago, que provee transporte en la zona B del Transantiago con 463 máquinas, se declaró esta tarde en quiebra debido a los serios problemas económicos que arrastra desde hace varios meses.
De acuerdo con un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la firma se declaró en cesación de pagos y solicitó la quiebra debido al complejo escenario económico por el que atraviesa, pese a los "denodados esfuerzos de la administración y el apoyo financiero prestado por parte de los accionistas".
Hace una semana el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, reconoció que habían algunas empresas del Transantiago que podían quebrar, luego de que una consultora contratada por el Ministerio de Transportes detectara que de las diez compañías que operan en la capital, sólo tres tienen calidad de estable: Subus, Alsacia y Express.
Según los informes de la SVS, el balance 2010 de Buses Gran Santiago arrojó un saldo negativo por 2.458 millones de pesos.
Luis Barahona Moraga, gerente general de Buses Gran Santiago, afirma además en el hecho esencial que "la solicitud correspondiente se ha ingresado ante la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago".
La firma opera actualmente en la zona norte de la capital y sus alimentadores abarcan siete comunas: Independencia, Quinta Normal, Huechuraba, Quilicura, Recoleta, Conchalí y Renca.
Según señala la firma en su página de internet, cuentan con cerca de 2.794 empleados, entre conductores, bodegueros, personal de mantenimiento y administrativo.
Este no es el primer problema que enfrenta la compañía, ya que en 2009, Manuel Navarrete llegó al borde de la quiebra y se vio obligado a vender Buses Gran Santiago a Jorge Gómez y sus socios.