PARÍS.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertó hoy de que un eventual descenso de las inversiones en la nuclear, tras el accidente de la central japonesa de Fukushima, puede conducir al alza del precio de las otras energías y a un empeoramiento del calentamiento del planeta.
En una entrevista al vespertino francés "Le Monde", el economista jefe de la AIE, Fatih Birol, destaca que "el mínimo cambio en la cartera energética mundial va a conducir a un incremento del precio de la energía, incluido el de la electricidad, y va a pesar sobre los esfuerzos para luchar contra el cambio climático".
Birol sostiene que "está claro que la catástrofe de Fukushima puede modificar el actual equilibrio energético" e instó a aprender la lección "de este drama para mejorar nuestros sistemas de alerta y prevención".
La AIE, en su último informe, señaló que la actual potencia nuclear disponible se eleva a 390 gigavatios (GW) y previó 360 GW adicionales de aquí a 2035, pero, según su economista jefe, "la incertidumbre actual ha llevado a reducir hasta los 180 GW esa hipótesis".
"De golpe, el gas, el carbón y las energía renovables van a ser más solicitadas. (...) El consumo mundial de gas podría aumentar un 5 por ciento como mínimo, así como el carbón y las energías renovables", señala.
Para Birol, el recurso a las energías fósiles "podría conllevar un incremento de 0,5 gigatoneladas adicionales de CO2 en 2035 (...), lo que compromete nuestras posibilidades de limitar el aumento de 2 grados de la temperatura para finales de siglo".
"Los dirigentes políticos que vayan a renunciar de una manera u otra a la energía nuclear deben tener esto en cuenta para no actuar precipitadamente", aconseja el economista jefe de la AIE, para quien el recurso a las centrales eléctricas y el carbón predominará hasta 2035 en China y la India.
De acuerdo con Birol, el petróleo se destina principalmente al transporte y no entra en el grupo energético susceptible de compensar la pérdida parcial en energía nuclear, pero el alza de sus precios "hace entrar a la economía mundial en una zona peligrosa".
Según Birol, la energía solar registrará un aumento, pero su uso seguirá siendo marginal "porque parte de un nivel muy bajo" en la actualidad, mientras que la explotación de gas natural de esquistos, aunque cara, podrá considerarse una alternativa competitiva.