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Banco Mundial: Alto precio de alimentos arrastró a 44 millones personas a la pobreza

La entidad afirmó que los valores globales están un 36% por encima del nivel de hace un año.

14 de Abril de 2011 | 11:53 | DPA
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El Mercurio

WASHINGTON.- Los altos precios de los alimentos han arrastrado ya a 44 millones de personas a la pobreza desde junio de 2010 y, de continuar este ritmo, millones más podrían seguir el mismo destino, advirtió hoy el Banco Mundial, según el cual los niveles rozan ya los de la crisis de 2008.


"La mayor amenaza para los pobres en el mundo son los altos precios de los alimentos (...). Estamos en verdad un punto de inflexión", alertó el presidente del BM, Robert Zoellick, al presentar al presentar hoy en Washington el último Índice de Precios de los Alimentos elaborado por el organismo.


De acuerdo con el BM, el índice, que mide precios globales, está ya un 36% por encima del nivel de precios de hace un año y, advierte, "se encuentra cerca del pico de 2008", durante la última crisis alimentaria mundial que causó graves disturbios en varios países alrededor del globo.


El BM estima que a los 44 millones de personas que ya volvieron a caer por debajo de la línea de pobreza -con menos de 1,25 dólares al día- por la elevación de los precios de los alimentos el último año podrían unirse diez millones más si el índice aumenta otro diez%.


Un incremento del 30% implicaría entretanto el arrastre a la pobreza de 34 millones de seres humanos.


Según el BM, actualmente unos 1.200 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza.


Los aumentos más drásticos de precios se registraron en alimentos como el maíz (74% más alto), el trigo (69%), la soya (36%) y el azúcar (21%).


Por el contrario, destaca el informe, el precio del arroz ha permanecido "estable", si bien en muchos países siguen aumentando también alimentos como vegetales, carnes, frutas y aceite de cocinar, lo que podría tener "consecuencias nutricionales potencialmente adversas para los pobres".


"Puede que estemos saliendo de una crisis, la crisis económica y financiera, pero estamos afrontando nuevos riesgos y cambios dolorosos", advirtió Zoellick, según el cual los mayores riesgos son "precios de alimentos altos y volátiles, altos precios de combustibles con repercusiones para los alimentos y la estabilidad alimentaria".


A ello se unen, continuó, "revueltas políticas en Cercano Oriente y el norte de µfrica, agitación en Costa de Marfil, repetidos desastres naturales, aumento de la inflación en los mercados emergentes con riesgo de sobrecalentamiento y problemas de deuda soberana en Europa".


Según Zoellick, para atajar esta nueva crisis acechante hay que actuar, y rápido, en dos áreas "clave": la volatilidad de los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria.


En este sentido, el jefe del BM adelantó que el organismo está trabajando en un nuevo "código de conducta" para los países en materia de prohibición de exportaciones, para que cuanto menos "no se apliquen a proveedores humanitarios" como el Programa Mundial de Alimentos.


Además, para el BM resulta importante de cara a evitar nuevas crisis alimentarias el contar con "mejor información" sobre la calidad y cantidad de los recursos alimentarios, así como el envío con tiempo de "pequeñas reservas humanitarias" de alimentos en lugares como el Cuerno de África.


Ayudas para que los países administren mejor los riesgos agrícolas y el respaldo del BM y otros bancos de desarrollo regionales para "apoyar rápidamente a los más vulnerables mediante una mejor nutrición y redes de seguridad en vez de equivocados controles de precios o aumentos de salarios amplios" son otras de las medidas contempladas por el organismo, agregó Zoellick, quien se manifestó optimista de cara a lograr los primeros resultados concretos durante la Cumbre de los ministros de Agricultura del G20 en junio en Francia.


"Los pobres del mundo no pueden esperar", subrayó Zoellick, quien subrayó que cada minuto que pasa el número de personas desnutridas en el mundo aumenta en 68 nuevos individuos.


"Eso es más de una persona por segundo. El tiempo no está de nuestro lado y tenemos que correr rápido para recuperarlo si no queremos perder una generación", alertó.